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Un estudio aporta nuevas pistas sobre la toxicidad del hierro en el Parkinson

El trabajo internacional con participación catalana también explica el efecto paradójico del fármaco deferiprona

El Parkinson afecta a más del 1% de la población.

Identifican un grupo de marcadores genéticos vinculados con el inicio de los síntomas del ParkinsonPixabay

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Un estudio internacional con participación de centros de investigación catalanes aporta nuevas pistas sobre la toxicidad del hierro en la enfermedad de Parkinson y explica el efecto paradójico de un fármaco que puede eliminar el exceso, la deferiprona. El trabajo se ha publicado en la revista 'The New England Journal Of Medicine', la más citada del ámbito médico, acompañada con un editorial sobre el tema. Han participado el grupo en enfermedad de Parkinson de l'Institut de investigacióndel Hospital de Sant Pau - IIB Sant Pau, que dirige el doctor Jaume Kulisevsky, y el grupo que lidera el doctor Yaroslau Compta en el Instituto de Investigaciones Biomédicas Augusto Pino y Sunyer (IDIBAPS) - Hospital Clínico.

Administrar la molécula deferiprona en pacientes con enfermedad de Parkinson temprana que no han recibido todavía tratamiento con levodopa ni con otros medicamentos dopaminèrgics no aporta beneficio clínico y, por el contrario, se ha asociado a un empeoramiento de los síntomas motores, según se observa en los resultados del estudio independiente FAIRPARK-II.

La deferiprona es un fármaco que tiene la habilidad de eliminar el exceso de hierro a las zonas donde se acumula de forma anormal y redistribuirlo en otros que lo necesitan. Esta molécula se ha utilizado, desde hace tiempo, para tratar la sobrecarga de hierro que aparece después de múltiples transfusiones en una enfermedad de la sangre denominada talasemia.

El trabajo ahora publicado contrasta con los resultados de cuatro otros ensayos clínicos independients previos, en los que este empeoramiento de los síntomas no se observó, y podría aportar información relevante sobre el papel que juega la acumulación de hierro en el proceso de neurodegeneración.

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta millones de personas en todo el mundo y se caracteriza por la pérdida de las neuronas que producen dopamina, una molécula cerebral que es fundamental para el control de los movimientos del cuerpo. Hay varios medicamentos que permiten suplementar la falta de dopamina en estos pacientes y que ayudan a mejorar los síntomas, pero estos fármacos no evitan la pérdida de neuronas ni la progresión de la enfermedad.

Uno de los procesos fisiológicos de la enfermedad es la acumulación anormal de hierro en el cerebro. El exceso de esta sustancia se ha asociado con la pérdida de neuronas productoras de dopamina. Por eso los científicos han estado buscando la manera de reducir el exceso de hierro en estos pacientes. Pero este mineral también tiene un papel importante en muchos procesos biológicos necesarios para el funcionamiento del cuerpo, entre los cuales está la producción de dopamina. Es decir, el hierro puede tener efectos tanto beneficiosos como perjudiciales al organismo.

El profesor Kulisevsky destaca que la «gran diferencia» de este trabajo con los estudios previos es que los otros incluían pacientes en fases más avanzadas de la enfermedad, que ya recibían tratamiento con levodopa. «Creemos que la falta de resultados clínicos en nuestro estudio se podría explicar porque el hierro es un cofactor en la producción de dopamina y, probablemente, en los pacientes que todavía no toman levodopa el hecho de inhibir la acumulación de hierro interfiere en la producción de dopamina inicialmente», señala el investigador en declaraciones recogidas en un comunicado del IIB Sant Pau.

La posible explicación de la paradoja

En el momento que se diagnostica a alguien con la enfermedad de Parkinson ya ha perdido en torno al 70% de las neuronas que producen dopamina en el cerebro. Por lo tanto, las neuronas supervivientes tienen una sobrecarga de trabajo para mantener los niveles necesarios de dopamina y facilitar la movilidad de la persona.

Los investigadores apuntan que en las fases iniciales del Parkinson el hierro podría en realidad ayudar a las neuronas a mantener la producción de dopamina, sólo volviéndose tóxica en fases posteriores. Por eso la eliminación de hierro con fármacos como la deferiprona en fases iniciales de la enfermedad podría explicar el empeoramiento de los pacientes al reducir la producción de dopamina, mientras que la deferiprona podría evitar los efectos nocivos del hierro en fases posteriores, de acuerdo con los ensayos clínicos previos.

Uno de los próximos retos será estudiar el efecto de la deferiprona administrada en combinación con levodopa en estadios tempranos de la enfermedad de Parkinson, adelanta el doctor Kulisevsky.

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