Diabetes durante el embarazo: más incidencia de trastornos neurológicos y del desarrollo en los niños
El incremento de las probabilidades es mayor en la diabetes de tipo I, seguida de la diabetes de tipo II y por último de la diabetes gestacional
El origen de los trastornos congénitos neurológicos y de los trastornos del desarrollo es un asunto complejo y multifactorial, y seguimos descubriendo circunstancias que de alguna manera pueden colaborar a que se produzcan.
Ahora, un estudio publicado en la revista académica Developmental Medicine & Child Neurology ha revelado una asociación entre la diabetes materna durante el embarazo y una serie de condiciones del neurodesarrollo, incluyendo algunas como los trastornos del trastorno autista, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los retrasos en el desarrollo, la discapacidad intelectual, la parálisis cerebral y la epilepsia.
El trabajo en cuestión es un estudio retrospectivo de gran cohorte, practicado sobre nada menos que 877.233 niños nacidos entre 2004 y 2008 en Taiwán. De entre ellos, algunas madres padecían diabetes de tipo I (338), II (8.749) o gestacional (90.200) durante el embarazo. Los investigadores realizaron un seguimiento posterior hasta el año 2015, en el que registraron los diagnósticos de un abanico de afecciones del neurodesarrollo empleando datos de los seguros de salud.
Además, se ajustó una serie de variables que se sabe que pueden relacionarse con el riesgo de padecer trastornos neurológicos, tales como el nacimiento prematuro, la edad de la madre, los ingresos familiares, el nivel de urbanización de la unidad familiar o la presencia de trastornos hipertensivos maternos.
Tras este análisis, los autores concluyeron que las tres formas de diabetes se asociaban en efecto con un mayor riesgo de que los niños padezcan trastornos neurológicos y del desarrollo. Específicamente, el incremento de las probabilidades era mayor en la diabetes de tipo I, seguida de la diabetes de tipo II y por último de la diabetes gestacional.
Cabe apuntar que los distintos tipos de diabetes incrementaban los riesgos de diferente manera según el trastorno concreto estudiado. En la diabetes de tipo I, los mayores aumentos de riesgo se daban en el retraso en el desarrollo, la discapacidad intelectual, la parálisis cerebral y la epilepsia.
La de tipo II, en cambio, aumentaba las probabilidades de que el niño padeciese trastornos del espectro autista, TDAH, retraso en el desarrollo, discapacidad intelectual, parálisis cerebral y epilepsia. Por último, la diabetes gestacional se relacionó con mayores incidencias en la descendencia de trastornos del espectro autista, TDAH y retraso en el desarrollo.