Los pasteleros prevén igualar las ventas de roscones del 2019, pero serán un 3% más caros
El clásico de mazapán sigue siendo el más vendido pero ganan bastante el de la nata y de crema
Los pasteleros catalanes encaran el día de Reyes con perspectivas «muy buenas», con la expectativa de vender entre 900.000 y un millón roscones, una cifra similar a la del 2019, según ha explicado el presidente del Gremio de Pasteleros, Antoni Bellart, a ACN. El más vendido sigue siendo el clásico roscón de mazapán, y lo siguen el de nata y el de crema. El precio de los roscones será ligeramente superior respecto de la última festividad de Reyes, entre un 2% y un 3% más caros. La subida se queda lejos del 12% que tendría que incrementarse para compensar los sobrecostes en energía y materias primas. «Estamos haciendo un sacrificio porque no queremos perder a los clientes», admite el presidente del Gremio de Pasteleros.
El sector reconoce que el día de Reyes es una tradición muy instaurada y con unas ventas «estabilizadas», un hecho que les favorece. «Lo veo como el año pasado, venderemos lo mismo», pronostica a ACN el presidente del Gremio de Panaderos y propietario del horno Mestral, Jaume Bertran. Por su parte, Bellart, propietario de la pastelería Triomf, celebra que el día de Reyes «no faltará un roscón en ninguna casa».
Las incertidumbres que ciernen sobre la economía no reducirán las ganas de reunirse para esta fiesta tradicional, marcada por los regalos. «Aunque haya problemas económicos, se celebra por los niños pequeños», asegura Bellart.
Bellart declara que, anteriormente, las ventas para el día de Reyes permitían a los pasteleros hacer nuevas inversiones. Hoy por hoy, «sirven para tapar épocas del año fatales». Esta campaña el sector está haciendo un esfuerzo para que los incrementos del coste de la energía y de las materias primas «no repercutan en el cliente», añade el maestro pastelero. De hecho, la pastelería Triomf no subía el precio de los roscones desde el 2018.
Según indica, la ventaja de los roscones «es que son redondos y se pueden cortar en trozos mayores o más pequeños». «Pueden salir bien de precio», constata. El más vendido sigue siendo el clásico roscón de mazapán, y lo siguen el de nata y el de crema. Según Bellart, el que tiene menos tirada es el roscón de trufa.
Los roscones artesanos frente los industriales
«Es otro tipo de nata», avisa Antoni Bellart sobre el tipo de relleno que llevan los roscones de nata de algunas de las grandes cadenas de supermercado, muchos de los cuales se encuentran fuera de las neveras, un hecho que no se produce en el caso de los roscones artesanos. «Nuestra nata es cara y muy buena, pero necesita la refrigeración de una nevera y cierto cuidado», constata Bellart. En la misma línea, subraya que las grandes cadenas se pueden permitir «competir con el precio», mientras que el sector «lucha por la calidad».
Por su parte, el presidente del Gremio de Panaderos, Jaume Bertran, celebra el auge de consumidores que buscan productos y procesos de producción más elaborados. «Hay un grupo del mercado que busca buena comida, ecológica y de proximidad y eso nos favorece a los que producimos artesanalmente», concluye el presidente del Gremio de Flequers.