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Un colorante común podría provocar enfermedades intestinales como el Crohn o la colitis ulcerosa

Se trata del E129, que se usa habitualmente en gominolas

Imatge d'arxiu de llaminadures.

Un colorante común podría provocar enfermedades intestinales como el Crohn o la colitis ulcerosaPixabay

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Cuando hablamos de alimentación saludable, el énfasis suele ponerse en los diferentes tipos de nutrientes (proteínas, lípidos, hidratos de carbono, vitaminas...) y en sus proporciones y cantidades. Esto, no obstante, puede llevarnos a obviar otros componentes que se encuentran en lo que comemos.

Los colorantes, por ejemplo, podrían parecer sustancias inocuas que simplemente modifican el aspecto de los alimentos. Sin embargo, algunos pueden llegar a tener efectos sobre nuestra la salud.

Ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores de la McMaster University (Canadá) ha encontrado que el colorante E129, conocido en Norteamérica como Allura Red AC, promueve la inflamación y de esta manera se relaciona con una mayor incidencia de enfermedades intestinales inflamatorias como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.

Según detallan en el artículo publicado al respecto en el medio científico Nature Communications, concretamente este compuesto impide el correcto funcionamiento de la barrera y aumenta la producción de serotonina en el sistema digestivo.

Esto, a su vez, altera el equilibrio del microbioma intestinal (el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino, lo que es un conocido factor inflamatorio y un rasgo común en muchas condiciones crónicas intestinales.

El colorante E129 se emplea para otorgar un color rojo brillante a un buen número de alimentos, incluyendo golosinas y gominolas y salsas industriales como el kétchup envasado. Los investigadores documentaron estos efectos exponiendo de manera crónica a modelos animales (ratones) a dosis del colorante equivalentes a las comúnmente encontradas en un buen número de productos habituales de la dieta humana.

No obstante, sí que apuntan que la exposición intermitente, que es un patrón más habitual en humanos que la exposición crónica, no pareció aumentar la susceptibilidad de los modelos ante la colitis ulcerosa.

Aún así, es importante tener en cuenta que la exposición a este agente sigue siendo muy frecuente, y que debido a su presencia en dulces y similares comienza muy temprano en nuestra infancia, con lo que existen motivos para continuar indagando en la relación que pueda tener con el aumento de la prevalencia de enfermedades inflamatorias del tracto digestivo inferior.

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