Sucesos
Dos años de prisión a un militar por|para una agresión sexual a la hija menor de su pareja
La sentencia recoge que como consecuencia de estos hechos la menor presenta sintomatología compatible con violencia sexual
Las Palmas: Condenado a 11 años de cárcel por intentar quemar a su expareja en su peluquería
La Audiencia de Jaén ha condenado a un militar de 39 años a dos años de prisión como autor de un delito continuado de agresión sexual a una menor, hija de la que fuera su pareja, cuando la niña tenía entre siete y nueve años, aplicando la ley del solo sí es sí al considerar que los ataques a la niña fueron fugaces y por encima de la ropa.
Además, el tribunal lo condena a inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio directo con menores de edad por un tiempo de 6 años, con la prohibición de aproximarse a la menor y comunicarse con ella por plazo de 5 años, e indemnización a la menor con 6.000 euros por los daños morales causados.
Los hechos ocurrieron mientras duró la relación sentimental de la madre con el acusado, quienes tenían un hijo en común, desde finales de 2017 hasta 2020, año en que finalizó la relación sentimental y la convivencia.
Según relata la sentencia a la que ha tenido acceso EFE, durante el período de convivencia, en fecha no determinada, el acusado, aprovechando que su pareja había ido al baño tras la cena y encontrándose la menor en un sofá tumbada boca abajo, se puso encima de ella y comenzó a restregar sus genitales, abandonando su actitud cuando escuchó la puerta del baño.
En otra ocasión, aprovechando el acusado que estaba solo en el domicilio con la menor y el bebé que había tenido con su pareja, se repitió la misma escena, pero esta vez intentó besarla y tocarle la zona genital, cesando en su actitud cuando la menor empezó a golpearlo para que la dejara tranquila.
La menor relató cómo el primer ataque fue tan fugaz que ni le dio tiempo a reaccionar, pero en el segundo ataque sí que se quitó de encima a su agresor con golpes y patadas. Según la menor, también en otras dos ocasiones, la sometió a diversos tocamientos de índole sexual.
La menor ocultó estos hechos a sus familiares, hasta que un día se lo contó a una amiga y posteriormente a sus abuelos, poniendo el padre de la menor la correspondiente denuncia el 6 de diciembre de 2020.
La sentencia recoge que como consecuencia de estos hechos la menor presenta sintomatología compatible con violencia sexual, como son los síntomas ansiosos depresivos, riesgo de autolesión, hostilidad y agresividad, sintomatología postraumática y sentimiento de culpa.