Investigación
Descubren un marcador para saber cuándo un tipo de cáncer de piel se prepara para provocar metástasis
Se trata de un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas
Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas han descubierto un marcador para determinar cuándo un tipo de cáncer de piel se prepara para provocar metástasis. Lo ha explicado el centro médico a través de un comunicado en que ha especificado que el descubrimiento se basa en una proteína que se encuentra en las células de carcinoma escamoso. Se ha detectado que cuando los valores de esta son bajos, quiere decir que las células se están preparando para iniciar la migración hacia otros órganos y provocar así la propagación del tumor a otras zonas del cuerpo. El estudio, que ha abierto la puerta a estudiar vías para bloquear este proceso, se ha publicado en la revista Life Science Alliance.
Los investigadores del Grupo de investigación en Enfermedades inflamatorias y neoplásicas dermatológicas del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, han podido confirmar el papel de la proteína disquerina en el proceso de propagación del cáncer de piel. Lo han hecho a partir de muestras de un centenar de tumores primarios de pacientes con carcinoma escamoso. En aquellos que hicieron metástasis, comprobaron con pruebas in vitro, como determinadas partículas de ARN no codificando dejaban de expresarse y como bajaban los niveles de disquerina, que es la proteína que ayuda a estabilizarlos. Es decir, que indicaban que las células tumorales se preparaban para migrar. «Es un mecanismo que puede explicar la metástasis, pero no sólo eso, sino ser un marcador del momento en el que la célula tumoral se prepara para migrar e iniciar este proceso», ha explicado la doctora Inmaculada Hernández-Muñoz, investigadora principal del estudio.
Al mismo tiempo, ha indicado que el descenso en los niveles de disquerina induce un cambio en el metabolismo de las células tumorales, que pasan de consumir glucosa a alimentarse de lípidos, en concreto de moléculas de colesterol LDL, el conocido como colesterol malo. Eso les permite sobrevivir a la migración hasta los ganglios linfáticos y, de allí, a otros órganos donde proliferar. El grupo de investigación lo pudo comprobar con indicadores del metabolismo de los lípidos en las muestras analizadas. De hecho, en los pacientes con peor pronóstico este marcador estaba presente.
La doctora ha asegurado que este nuevo marcador puede abrir la puerta a ensayar tratamientos con inhibidores del metabolismo de los lípidos en estas células para evitar la metástasis. Al mismo tiempo, ha apuntado que también se podrá estudiar «si las personas con niveles más altos de colesterol LDL tienen también más riesgo de metástasis».
Cada año se diagnostican en el Estado 74.000 nuevos casos de cáncer cutáneo no melanoma, grupo en el que se encuentra el carcinoma escamoso, el segundo más frecuente. El riesgo de sufrirlo a lo largo de la vida oscila entre el 7 y el 11% y su incidencia se ha duplicado en los últimos treinta años. En el caso del carcinoma escamoso, en torno al 4% de los tumores provocan metástasis. Y no hay ninguna herramienta para adelantarse.
El estudio ha sido financiado por el Fondo de Financiación para la Salud del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y han participado el Grupo de investigación Metabolòmica Aplicada del IMIM-Hospital del Mar y la Unidad de Proteómica del Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF).