La hormona que predice si mantendremos las pérdidas de peso
Existe la 'teoría del peso fijado', que dice que el cuerpo trata de retornar a un determinado peso
Cuando emprendemos programas de pérdida de peso por motivos clínicos, una de las cosas más difíciles es mantener el progreso logrado. Es muy frecuente que se produzca el llamado 'efecto rebote', que a menudo se ha atribuido a faltas de autocontrol del paciente.
No obstante, una reciente investigación ofrece una explicación diferente a esta recuperación de peso: en los individuos con obesidad que recientemente han perdido peso, un nivel más alto de la hormona neurotensina podría estar ligada a una mejor habilidad para mantener la pérdida de peso.
Teoría del peso fijado
Según publican los autores de este trabajo en el medio científico Metabolism, Esto incide en la 'teoría del peso fijado', por la cual el cuerpo 'quiere' retornar a un peso determinado a pesar de los aumentos o las pérdidas de peso corporal.
Aunque los mecanismos que podrían estar detrás de este comportamiento no estaban del todo claros, sí que se ha observado que hay un buen número de hormonas con una influencia muy relevante en las ganancias y las pérdidas de peso. Recientemente, el interés se ha centrado en una hormona llamada neurotensina, cuyos niveles se ha observado que tienden a crecer tras las cirugías bariátricas (cirugías para tratar la obesidad). Cuando se ha administrado neurotensina a modelos animales, estos han incrementado su actividad y reducido su ingesta de alimentos, conductas asociadas a las pérdidas de peso.
Así, esta investigación ha observado en modelos animales que, en aquellos en los que se había dado una pérdida de peso reciente, se observaban niveles reducidos de neurotensina en varias secciones del intestino.
De la misma manera, observaron en una cohorte de 42 pacientes con obesidad que habían sido sometidos a un régimen de restricción calórica los niveles más altos de neurotensina predecían una menor recuperación del peso perdido a lo largo del año siguiente. De hecho, estos pacientes tenían incluso mayores probabilidades de perder peso adicional.
Por desgracia, estos hallazgos no son inmediatamente traducibles en terapias para tratar la obesidad. Todavía será necesario averiguar mucho más sobre el modo en el que actúa la neurotensina y qué partes del organismo afecta de qué manera.
Sin embargo, los niveles de neurotensina sí que podrían comenzar a emplearse en cierto plazo de tiempo como indicadores fiables de las posibilidades de éxito durante los periodos de mantenimiento de las pérdidas de peso.