Encuentran un vínculo entre la obesidad y el cáncer de sangre
La inflamación que produce puede aumentar las mutaciones en las células sanguíneas
El sobrepeso clínico y la obesidad son condiciones de carácter fundamentalmente metabólico que pueden tener serios efectos sobre aspectos muy distintos de la salud de las personas. De hecho, este problema de salud se ha relacionado con mayores incidencias de enfermedades tan graves como las neurodegenerativas, las cardiovasculares o diferentes tipos de cáncer.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista científica Journal of Clinical Investigation ha hallado que la obesidad se halla fuertemente asociada a una enfermedad llamada hematopoyesis clonal de potencial indeterminado (CHIP), que a su vez eleva de manera significativa el riesgo de padecer cáncer de sangre.
Para entender esta relación, hay que tener en cuenta que la obesidad y el sobrepeso, como enfermedades, tienen una marcada vertiente inflamatoria. En estos pacientes, aparece una inflamación crónica que afecta a prácticamente todo el organismo y que termina por ocasionar daños en los tejidos, algunos de ellos de carácter genético.
Por su parte, la CHIP es una patología en la que las células de la sangre acumulan una serie de mutaciones, que en algunos casos desencadenan una replicación descontrolada (cáncer). Así, la obesidad podría constituir un factor de riesgo en esta enfermedad, ya que la inflamación que provoca también afecta a la médula ósea que es donde se producen las células sanguíneas.
Para llegar a estas conclusiones, los autores del trabajo analizaron datos de más de 47.000 pacientes con CHIP y de ellos extrajeron que el 5,8% de los pacientes presentaba un aumento significativo en el ratio cintura-cadera, considerado actualmente uno de los principales indicadores de la obesidad.
Este enfoque se complementó con un estudio sobre modelos murinos (ratones) con obesidad y CHIP, en los que apreciaron que las células mutadas crecían con mayor rapidez cuando concurrían las dos condiciones.
Conocer los factores de riesgo en el cáncer de sangre es vital para elaborar estrategias preventivas adecuadas e incluso posibles tratamientos, conociendo con precisión los mecanismos implicados. En esta línea, por ejemplo, los investigadores subrayan que sus hallazgos sugieren que ciertos fármacos empleados para tratar la hipertensión o la diabetes podrían influir en la regulación del crecimiento de células mutadas en la sangre.