Sucesos
Una chica denuncia que le han violado en un piso de Igualada después de ser drogada
Los hechos se produjeron el viernes después de que la denunciante y el presunto agresor se conocieran en una discoteca
Una joven de 33 años ha presentado una denuncia ante los Mossos d'Esquadra por haber sufrido presuntamente una violación después de ser drogada. Según consta en la denuncia, a la que ha tenido acceso ACN, los hechos tuvieron lugar este viernes 26 de mayo en la capital de Anoia. La joven fue de fiesta con una amiga y recorrieron varios establecimientos hasta llegar a una discoteca situada en el barrio de l'Anoia.
Allí conoció a un chico y fue a tomar una cerveza a su casa. En un momento determinado ya no recuerda nada más de la noche hasta que se despertó al día siguiente en una cama. Tenía la ropa interior bajada y notó molestias en la zona de los genitales. Al darse cuenta de la situación se marchó corriendo del piso.
Según consta en la denuncia, al llegar a la discoteca las dos amigas encontraron a una conocida que estaba de fiesta con un chico. En un momento «indeterminado de la noche», la amiga de la presunta víctima se marchó de la sala de fiestas y se quedó con la conocida y el chico. Sobre las seis de la madrugada, los tres se marcharon a pie de la discoteca y el chico las invitó a subir a casa a tomar algo.
Una vez arriba, la denunciante relata que su conocida recibió una llamada y se marchó y se quedó a solas con el chico. Este le ofreció una cerveza y, después de tomársela, «ya no recuerda nada más». Según el relato de los hechos, se despertó a las 11 de la mañana en una cama y no en el sofá donde habían estado toman la cerveza. Asegura que se asustó mucho porque no entendía qué hacía allí y notó «muchas molestias» en la zona de los genitales.
Al darse cuenta de la situación, la joven se vistió y se marchó deprisa del domicilio. Una vez fuera, llamó a la conocida con la que la noche antes habían ido juntas al piso del presunto agresor, pero esta se desentendió de los hechos. Por todo ello, la joven fue «plenamente consciente» de que había sufrido una agresión sexual sin su consentimiento «mediante alguna cosa que el chico le había puesto en la bebida».