Esta es la vitamina perfecta para aumentar la memoria y concentración durante los exámenes
Una dieta que nos aporte determinadas vitaminas es básica para un cerebro capaz
Llegan los exámenes, si es que alguna vez se fueron. Llegan los más importantes del curso y hay que preparar las herramientas, o sea, el cerebro. No se trata de atajos ni de milagros, no los hay, pero cuando se trata de estudiar queremos saber si es posible aumentar la memoria y la concentración.
En la dieta siempre hay respuestas. Y una dieta que nos aporte determinadas vitaminas es básica para un cerebro capaz; de un cerebro que tiene memoria y sabe concentrarse en el estudio.
La ciencia ha visto qué micronutrientes ayudan a mejorar la función cerebral, la concentración y la memoria. De entrada, fundamentales, están los alimentos ricos en vitamina B.
Las vitaminas del grupo B son esenciales porque favorecen el trabajo del sistema nervioso y el metabolismo, influyendo en la capacidad de memorizar y de concentrarse. Tiene además efectos neuroprotectores y ventajosos para el rendimiento intelectual.
La B12 es la mejor vitamina para la memoria porque ayuda al funcionamiento normal del sistema nervioso y del metabolismo energético. Su déficit provoca de forma lenta pero progresiva, problemas de concentración, apatía y demencia. Así que es fácil imaginar que a medida que nos hacemos mayores van disminuyendo los niveles de la B12.
La vamos a encontrar en alimentos de origen animal como, por ejemplo, los huevos, los lácteos, el marisco o el hígado de ternera. Según la Revista Americana de Nutrición Clínica, la suplementación a largo plazo de vitamina B12 (y de ácido fólico) ayuda al funcionamiento cognitivo.
La B6 participa en una serie de reacciones químicas importantes para la función cerebral y el sistema nervioso. De modo que cuando tenemos niveles bajos de esta vitamina tenemos menos memoria. También ayuda al funcionamiento normal del sistema nervioso y del metabolismo energético (la producción de energía), de manera que con ella damos impulso a la agudeza mental.
Encontramos vitamina B6 en el pescado, la carne de ave o los garbanzos.
La B1es la tiamina y es esencial en las conexiones neuronales. Ayuda al cerebro en la toma de glucosa y en el proceso que transforma los alimentos en energía. La encontramos, por ejemplo, en las nueces de macadamia y en las semillas de sésamo y girasol.
La B3, la niacina juega su papel en cómo las células obtienen la energía y en la restauración del ADN. La tenemos, como poco, en el pimiento y en el pollo.
La B9 es el ácido fólico y preserva la función cognitiva. Interviene en la producción de glóbulos rojos y en la síntesis del ADN. La B9 es famosa porque ayuda a las embarazadas en la gestación. Está presente en las espinacas o en la yema de huevo.