Identifican el primer marcador genético de la gravedad de la Esclerosis Múltiple
Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos a largo plazo
Un estudio con más de 22.000 personas con esclerosis múltiple ha descubierto la primera variante genética asociada con una progresión más rápida de la enfermedad, que puede privar a los pacientes de su movilidad e independencia con el tiempo.
El trabajo, publicado en la revista Nature, es el resultado de la colaboración internacional de más de 70 instituciones de todo el mundo, dirigida por investigadores de la UCSF (EE.UU.) y la Universidad de Cambridge (Reino Unido). En Cataluña han participado profesionales del Hospital Clínic y del IDIBAPS, así como investigadores del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat). Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos a largo plazo.
En la esclerosis múltiple (EM), el sistema inmunitario ataca por error el cerebro y la médula espinal, lo que provoca brotes de síntomas conocidos como recaídas, así como una degeneración a largo plazo, conocida como progresión. A pesar del desarrollo de tratamientos efectivos para las recaídas, ninguno puede prevenir de manera notable la acumulación de discapacidad.
Los hallazgos del estudio apuntan a una variante genética que aumenta la gravedad de la enfermedad, proporcionando el primer progreso real en la comprensión y, finalmente, en la lucha contra este aspecto de la EM. Heredar esta variante genética de los dos padres acelera el tiempo de necesitar de una ayuda para caminar en casi cuatro años, apunta Sergio Baranzini, profesor de neurología en UCSF y coautor principal del estudio.
«Comprender cómo la variante ejerce los efectos sobre la gravedad de la EM allanará el camino para una nueva generación de tratamientos que puedan prevenir la progresión de la enfermedad», señala Stephen Sawcer, profesor de la Universidad de Cambridge y el otro coautor principal del estudio.
Para hacer el estudio se unieron dos grandes consorcios de investigación de EM: el Consorcio Internacional de Genética de la Esclerosis Múltiple (IMSGC) y el Consorcio de EM Múltiple (MultipleMS). Eso permitió a los investigadores de EM de todo el mundo reunir los recursos necesarios para empezar a identificar los factores genéticos que influyen en el pronóstico de la enfermedad.
Estudios anteriores habían demostrado que la susceptibilidad o el riesgo de la EM se debe en gran parte a la disfunción del sistema inmunitario, y parte de esta disfunción se puede tratar, ralentizando así la enfermedad. Pero estos factores de riesgo no explican por qué, diez años después del diagnóstico, algunos pacientes con EM están en silla de ruedas mientras que otros no.
Los dos consorcios combinaron datos de más de 12.000 personas con EM para completar un estudio de asociación del genoma completo (GWAS), que utiliza estadísticas para vincular de forma cuidadosa las variantes genéticas con características particulares. En este caso, los rasgos de interés estaban relacionados con la gravedad de la EM, incluidos los años que pasaron para cada persona desde el momento del diagnóstico hasta llegar a un cierto nivel de discapacidad.
Después de examinar más de siete millones de variantes genéticas, los científicos encontraron una variante que estaba asociada a una progresión más rápida de la enfermedad. La variante se encuentra entre dos genes sin conexión previa con la EM, denominados DYSF y ZNF638. El primero está involucrado en la reparación de las células dañadas y el segundo ayuda a controlar las infecciones virales. La proximidad de la variante en estos genes sugiere que pueden estar involucrados en la progresión de la enfermedad.
Estos genes normalmente están activos dentro del cerebro y la médula espinal, en lugar del sistema inmunológico. Los resultados del estudio sugieren que la resiliencia y la reparación en el sistema nervioso determinan el curso de la progresión de la EM. Para confirmar el hallazgo, los científicos investigaron la genética de casi 10.000 pacientes adicionales con EM. Aquellos con dos copias de la variante presentaron una progresión más rápida de la discapacidad.
Habrá que seguir trabajando para determinar exactamente cómo esta variante genética afecta al sistema nervioso en general. Los investigadores también están recogiendo un conjunto todavía mayor de muestras de ADN de personas con EM, con la esperanza de encontrar otras variantes que contribuyan a la discapacidad a largo plazo.