Los indicadores de salud mental y emocional de los profesionales de la salud no mejoran a pesar de superar la pandemia
La Fundación Galatea ha atendido 5.300 sanitarios desde el inicio de la covid en Cataluña, tantos como en los 20 años anteriores
Los indicadores de salud mental y emocional de los profesionales de la salud no han mejorado a pesar de la superación de la pandemia, según un estudio de la Fundación Galatea. La entidad ha atendido 5.300 sanitarios desde el inicio de la covid: 1.299 el año 2020, 1.376 el año 2021, 1.846 el año 2022, y 734 entre enero y en abril del 2023. 'En tres años y medio hemos atendido tantos profesionales como en los 20 años anteriores', ha dicho el director de la fundación, Antonio Calvo. Del total de profesionales a los cuales se ha prestado atención, el 71% fueron tratados porel servicio de soporte emocional de la Fundación, y el 29% restante presentaron trastornos mentales más severos. El 46% de los solicitantes fueron médicos, y el 29% enfermeros y enfermeras.
El estudio 'Repercusiones de la covid-19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España', referido únicamente a médicos de todo el estado, ha confirmado que los indicadores de salud de los profesionales no mejoran a pesar de la superación de la pandemia y que, en ningún caso, recuperan los niveles anteriores a la crisis sanitaria.
El informe mencionado apunta que el 60% de los médicos han pedido ayuda porproblemas de salud mental y emocional, o están dispuestos a hacerlo en caso de que lo necesiten. Esta cifra se ha visto incrementada desde el otoño del 2020, cuando sólo el 25% de estos profesionales se mostraban dispuestos a pedir ayuda. La Fundación ha destacado que la pandemia ha roto el estigma a la hora de buscar ayuda.
Según la entidad, la pandemia ha marcado «un antes y un después» en la salud mental y emocional de los profesionales de la salud. La crisis sanitaria causó un enorme estrés y sufrimiento a los trabajadores del sistema sanitario, hecho que «cronificó» un malestar «acumulado» y un «claro empeoramiento» de la salud de los profesionales del sistema sanitario.
La fundación Galatea ha tenido que incorporar nuevos profesionales al equipo para garantizar los servicios de una demanda que no baja. Aparte, la Fundación también ha apostado por programas preventivos, así como por la realización de estudios que ayuden a conocer y hacer seguimiento del estado de salud de los profesionales.