La sequía deja el pantano de Sau en la peor situación de los últimos veinte años

Después de tres años con gran afluencia, el pantano de Sau vive el «peor» verano en veinte años para las empresas náuticas que se ganan la vida haciendo actividades en el embalse, conocido para cubrir el antiguo pueblo de Sant Romà de Sau.

El campanario y la iglesia del antiguo núcleo urbano bien visible ha sido un reclamo del nombrado turismo de sequía, pero en agosto el nivel de visitantes se encuentra bajo mínimos. De hecho, las empresas náuticas anticipan que no podrán acabar la temporada y tendrán que dejar de trabajar pronto porque el nivel del agua no para de bajar. «Es posible que la semana que viene o dentro de quince días no podamos navegar», explica a la ACN Marc Álvarez, director de la empresa Aquaterra Club. Ahora, con la capacidad justo por encima del 20%, se puede navegar, pero, en cambio, no se permite el baño. En algunos casos, esta prohibición desanima a las pocas personas que se ponen en contacto con las empresas que ofrecen rutas con kayak u otros deportes acuáticos como paddel surf. La prohibición de bañarse porla mala calidad del agua ha sido la estocada final a una mala temporada, que empezó más de tres meses más tarde, a mediados de junio, por culpa de la sequía que dejó el embalse a un mínimo del 6% en abril. Por otra parte, la navegación de las embarcaciones no motorizadas se puede hacer bajo licencia y la de barcos de motor está completamente prohibida.

«Es una temporada realmente floja, hemos empezado muy tarde y la verdad es que el turismo interior que tenemos este año es casi nulo, muy y muy bajo. El verano del 2020 y el 2021 fueron espectaculares, no era normal la cantidad de gente que venía, el año pasado se normalizó y este año no pasa nadie», ha explicado.