Una nueva técnica de implante de válvula pulmonar por catéter evita la cirugía a corazón abierto a dos pacientes

El hospital Vall d'Hebron ha puesto en marcha una nueva técnica de implante de válvula pulmonar por catéter que evita la cirugía a corazón abierto a pacientes con cardiopatías congénitas. Según el responsable de la Unidad Hemodinámica Pediátrica del hospital Vall d'Hebron, Pedro Betrián, el procedimiento se ha realizado con éxito a dos pacientes del centro que no cumplían los requisitos para someterse a una intervención ordinaria ya que su corazón estaba muy dilatado. En este sentido, Betrián ha explicado que la metodología consiste en implantar un adaptador para que la válvula pulmonar pueda sujetarse correctamente. La iniciativa, pionera en Europa, permite a los enfermos con cardiopatías congénitas recuperarse de manera rápida.

El responsable de la Unidad Hemodinámica Pediátrica ha expresado que aunque la tecnología ofrece hoy en día que las válvulas se puedan implantar por catéter, no todos los pacientes son aptos para esta intervención. «En corazones muy dilatados, la válvula no se puede implantar porque no queda estable, no se puede anclar», ha explicado Betrián. Así pues, a causa de la gran dilatación que presenta la zona, que impide que las nuevas válvulas puedan quedar bien ancladas y estables al ser implantadas, la cirugía a corazón abierto era, hasta hace poco, la única opción para tratar este tipo de pacientes.

Según Betrián, la nueva técnica requiere de una intervención «mucho más simple» porque el dispositivo entra por la ingle, y tiene una recuperación «mucho más rápida» para el paciente: «La ventaja claro está», ha asegurado. En este sentido, el médico ha explicado que al día siguiente de la intervención el paciente ya puede volver a casa caminando. En cambio, en una cirugía a corazón abierto, el paciente se está una semana o 10 días hospitalizado.

«Con este nuevo dispositivo seremos capaces de tratar un gran porcentaje de pacientes que antes iban a cirugía», ha dicho Betrián, que calcula que entre un 30% y 40% de los paciente con cardiopatías congénitas se podrían beneficiar. «Es una cifra muy importante porque es muy frecuente que no se pueda implantar la válvula por la gran dilatación de la zona». Según ha explicado el jefe de la Unidad, los pacientes que requieren de esta intervención tienen entre 14 y 20 años. Las válvulas implantadas tienen una duración de aproximadamente 10 años.

En Cataluña se detectan 600 nuevos casos de cardiopatías congénitas en bebés

Las cardiopatías congénitas son las malformaciones congénitas más frecuentes, afectando entre 5 y 12 de cada a 1.000 bebés. En Cataluña, se detectan cerca de 600 nuevos casos cada año. Algunas de estas cardiopatías se caracterizan por tener una estrechez en la salida del corazón hacia el pulmón, es decir, en la válvula y arteria pulmonares. En algunos casos pudiendo requerir tratamiento quirúrgico incluso en la época del recién nacido. Como consecuencia de estos tratamientos, es frecuente que la válvula pulmonar se haga insuficiente y que años más tarde se tenga que sustituir. Vall d'Hebron es uno de los centros de salud europeos pioneros en implantar esta técnica, que hace cinco años que se utiliza en los Estados Unidos.

La opción de cateterismo,«una alegría muy grande»

Joan, un paciente de 17 años diagnosticado con Tetralogia de Fallot, ha sido el primer paciente en recibir el implante de válvula pulmonar por catéter. En concreto, este paciente fue operado al cabo de ocho meses para corregir su patología, pero en llegar a la adolescencia, desarrolló una insuficiencia de válvula pulmonar severa. «Siempre había pensado que me tendrían que operar otra vez a corazón abierto, pero mi cardiólogo esperaba que la tecnología avanzara y se pudiera encontrar un nuevo método», ha dicho el joven, que también ha expresado que cuando le ofrecieron la opción del cateterismo sintió «una alegría muy grande».

En este sentido, el paciente ha asegurado que la recuperación fue «muy rápida» y que al cabo de un día ya estaba en casa con la válvula funcionando. «Me pude graduar al cabo de una semana, hice la selectividad al mes siguiente, y ahora estoy haciendo vida normal», ha aseverado el paciente, que este septiembre empezará un grado en diseño industrial. Ante el éxito de esta primera intervención, se realizó la misma técnica a un segundo paciente, también adolescente, con estenosis pulmonar congénita. Este había recibido un tratamiento mediante una dilatación del catéter en el periodo neonatal, y había desarrollado una insuficiencia pulmonar severa. El joven también tuvo un buen resultado y una rápida recuperación.