Política
Aragonès dice que será el Gobierno catalán quien negocie cualquier cuestión que afecte al estatus político de Cataluña
El presidente advierte que hay que plantear más propuestas a más de la amnistía o seguirán los «problemas de tensión política»
El presidente del Gobierno catalán, Pere Aragonès, ha dicho que serán ellos quienes negocien cualquier cuestión que afecte al estatus político de Cataluña. «Si se acaba ofreciendo la posibilidad de abordar la resolución, entonces aquí ya tenemos que estar todos», ha advertido en una entrevista en 'El Periódico'. Aragonès también ha avisado que hay que plantear más propuestas además de la amnistía o seguirán los «problemas de tensión política«. Así, defiende que tiene que haber «otros acuerdos que creen el marco para avanzar en la resolución del conflicto». Es aquí donde cada parte tendría que plantear sus propuestas y «asumir sus compromisos». «El conflicto político existe y, por lo tanto, o se resuelve o seguirá habiendo problemas de tensión política», ha añadido.
Sobre si la amnistía se tiene que aprobar antes de la investidura de Sánchez, el presidente responde que «cuanto antes, mejor» para «generar las condiciones de confianza y para abordar como se resuelve el conflicto». ¿Y qué tiene que englobar? Según Aragonés, todo lo que esté relacionado con el proceso y donde ha habido una respuesta «represiva» del Estado: «Podemos mirar desde el 2014, y después el 1-O y las movilizaciones posteriores a la sentencia». El jefe del Gobierno admite que fijar qué se incluye y qué no será fácil y que se tendrán en cuenta los hechos y no las personas.
Uno de los debates que hay sobre la mesa es si los policías procesados por el 1-O se tienen que ver beneficiados porla amnistía. Aragonès cree que esta discusión «no refleja la realidad de lo que hay ahora» porque no ha habido ningún agente encarcelado, inhabilitado o en el exilio. También considera que no se tendría que amparar ninguna actuación violenta.
Preguntado por si la mesa de diálogo se tendría que reformar para que pudiera estar también Carles Puigdemont, Aragonès dice que cuantos más estén, mejor. Se muestra abierto a que haya una mayor representación y advierte que tendrá que ser «una parte que actúe como uno aun definiendo una estrategia de negociación absolutamente compartida».
Aragonès se muestra convencido de que el proceso de independencia de Cataluña «culminará» con una mesa de negociación y dice que no ve viable ninguna otra vía. Tampoco le gusta –«no lo veo deseable», dice- todo aquello que se aparte de las vías pacíficas y democráticas. El movimiento se tiene que hacer valer de la capacidad de presión, que puede venir por la aritmética parlamentaria al Congreso o por la «capacidad de movilización» y «la consolidación de amplias mayorías en Cataluña».
En la entrevista, Aragonès revela que no ha hablado con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, esta última semana, y que correspondería a él valorar si estaría bien hacerlo. Sí que ha admitido «mensajes», pero ninguna conversación directa.
El presidente de la Generalitat, que impulsó el acuerdo de claridad, ha explicado que espera tener las conclusiones del trabajo hecho por académicos este mes. La vía unilateral, observa Aragonés, queda fuera del encargo. Finalmente, después de que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, planteara buscar un nuevo «encaje» para Cataluña dentro de la Constitución, Aragonès ha dicho que el país «no busca un encaje, busca decidir su futuro». Además, ha añadido que el hecho de que la propuesta pase por el Senado está «a años luz» de lo que esperan también los catalanes no independentistas que defienden el autogobierno.