Pasajeros procedentes de Marruecos llegan a Barcelona: «Es una de las peores experiencias de mi vida»

Este domingo por la mañana ha llegado al aeropuerto del Prat uno de los primeros vuelos procedentes de Marrakech después del terremoto que ha sacudido Marruecos. Los pasajeros han llegado emocionados y golpeados por el suceso. «Es una de las peores experiencias de mi vida», ha explicado Xavier, que hacía una ruta porel Atlas con otros catalanes. Estaban a 30 kilómetros del epicentro y precisamente celebraban su cumpleaños cuando pasó: «Parecía que nos estuviera pasando un metro por debajo». Otro viajero, Fernando, que viajaba por negocios relata que ha quedado impresionado al ver «miles de personas durmiendo en la calle». Los familiares que los esperaban en el aeropuerto no han quedado tranquilos hasta que los han visto atravesar la puerta.

El aeropuerto del Prat ha vivido este domingo decenas de escenas emotivas entre familiares y amigos que han pasado unas últimas horas muy complicadas y con muchos nervios. Los primeros vuelos con pasajeros de Marruecos han llegado a Cataluña.

Xavier Falguera es una de las personas que estaba de viaje haciendo una ruta de cinco días a caballo por el Atlas, cuando el terremoto lo saqueó todo. Comenta que iban con un grupo de amigos y el viernes estaban cenando, a 30 kilómetros del epicentro, cuando de golpe «parecía que pasaba el metro por debajo y empezaron a caer las paredes». Xavier dice que acabaron pasando toda la noche en el raso y que han pasado «bastante miedo».

Los que también estaban de excursión por el desierto durante el seísmo son Antonio y sus amigos. «De golpe la casa empezó a moverse, los cuchillos caían»y «se me negó la visión», ha comentado. En su caso, acabaron durmiendo en un campo de fútbol y explica que vivieron escenas de pánico con carrerillas y gente llorando.

Otros pasajeros explican que estaban en Marrakech por motivos laborales. Fernando llegó el viernes por la noche para asistir a un congreso. Él ya vivió una situación parecida hace años en Lisboa y comenta que enseguida supo que estaban sufriendo un terremoto. Ahora bien, loque más lo ha impactado es ver miles de personas en la calle que se han quedado sin casa o que sufren por nuevas réplicas.

Desesperación desde Cataluña

La incertidumbre ha sido complicada también para los amigos y familiares de todos ellos que no han respirado tranquilos hasta que no los han visto llegar a la terminal.

Francisco ha llegado muy temprano para esperar a su mujer e hija. Explica que ha pasado «muchos nervios» porque ha tenido muchos problemas para poder contactar con ellas durante estos días. Además, ha estado intranquilo por las consecuencias, en caso de posibles réplicas. También por todo aquello que podía ver a su hija, de 16 años.

El más duro, todavía lo tenemos que asimilar

Aunque algunos de ellos llegan visiblemente afectados, aseguran que todavía no son lo bastante conscientes de todo lo que han vivido. Lomás difícil, explican, es haber dejado atrás «muchas penas y miserias». Han visto edificios y hogares enteros derribados y a personas durmiendo en la calle porque se han quedado sin nada, ycomentan que les queda una sensación «de impotencia por no poder ayudar a la gente en que había allí».