ECONOMÍA
Unió de Pagesos alerta de unas pérdidas en el cultivo de oliva de hasta el 90% en fincas de secano y del 60% con regadío
El sindicato pide ayudas para los oleicultores y reclama que la crisis acabe con precios históricos bajo coste de producción
Unió de Pagesos prevé pérdidas en la cosecha de oliva entre un 60% y un 90% porla sequía. Los cultivos de secano son los más afectados, y de hecho representan cerca del 85% del sector. En algunas zonas como la Terra Alta y la Ribera d'Ebre, el Alt Camp, el Penedès y las Garrigues las pérdidas pueden llegar a la práctica totalidad de la cosecha. Los campesinos insisten en que el incremento de precios del aceite al consumidor no revierte en el productor, que hace décadas que cobra la oliva por debajo del coste de cultivarla (entre los 0,30 y 0,50 euros por kilo). «Parala continuidad del sector, nos podríamos adaptar un poco y que no vuelvan a caer por debajo de precios de coste», ha reivindicado Jordi Pascual, responsable nacional del sector del aceite del sindicato.
Les pérdidas previstas en el cultivo de oliva son muy irregulares dependiendo de las infraestructuras y las circunstancias que ha llevadola sequía. Como ha detallado Pascual, en zonas con acequia de apoyopero que sufrieron restricciones en las concesiones de agua, como el pantano de Riudecanyes, la producción ha caído un 70% mientras que otros cultivos con regadío salvarán cerca de la mitad de la cosecha, como se prevé en el Tarragonès.
En Cataluña hay 83.000 hectáreas de olivos de secano y 21.000 hectáreas con acequia de apoyo, según datos del Departamento de Acción Climática que ha trasladado al sindicato. En una campaña normal, se producen unas 33.000 toneladas de aceite. El año pasado la producción se quedó en escasas 16.000 toneladas de aceite, pero según Unió de Pagesos este año «no superarán las 7.000».
El sindicato agrario reclama ayudas para que los oleicultores hagan frente a las pérdidas producidas por esta grave sequía, como ya se ha hecho con otros cultivos como los cereales, los frutos secos o la fruta dulce, una bajada de la producción que irá del 60% al 90%. A pesar de señalar que las últimas precipitaciones «han reverdecido paisajes y olivos», si no llueve las próximas semanas y rebrotes, también se puede ver «comprometida» la campaña siguiente.
Precios justos, especulación en los mercados
La grave crisis y falta de producto ha disparado el precio del aceite y en consecuencia el precio de la oliva. Mientras que «hace décadas» que se pagaba por debajo del coste de producción, entre los 30 y los 50 céntimos de euros, este año se prevé que el campesino pueda cobrar el kilo de oliva a un precio próximo a 1 euro. Expuesto con otros datos, para la producción de un litro de aceite se pagaba unos 4 euros y puede ascender este año entre los 7 y 9 euros.
Los productores alertan de que estos datos están lejos de significar la generación de beneficios o «el enriquecimiento del campesino» porque aunque se cobre más, no hay fruto para vender. Así y todo, el sector reivindica que este precio es «el correcto» para poder garantizar «la continuidad del sector» y reclama la solidaridad del consumidor para que se pueda mantenersuperada esta crisis de oferta y precios. Según los cálculos del sector, una persona consume por término medio 10 litros de aceite de oliva cada año. Si el precio por litro ha pasado de 5 a 8 euros, este incremento de 30 euros anuales, o 3 euros mensuales, es, en general, asumible.
Los campesinos recuerdan que son las grandes cadenas de distribución y los grandes envasadores quien|quién especulan con el precio del aceite ante el contexto actual y que el productor y las cooperativas no quieren «asustar» a sus clientes. También alertan de los peligros de consumir «alternativas mucho más económicas» al aceite de oliva si no ofrece garantías de trazabilidad y calidad y exigen estrictos controles sobre el producto que pueda llegar de fuera del estado español.