Una flora intestinal sana se relaciona con una mejor densidad ósea en los adultos mayores
Un estudio ha encontrado evidencias acerca de la relación existente entre la salud del microbioma intestinal y el estado de los huesos
20 Minutos | Elmicrobioma intestinalse compone de trillones de microorganismos, incluyendo bacterias, hongos y virus. En los últimos años, ha habido una corriente de investigacióndedicada a entender de qué manerasu estado afecta al conjunto de la saludde las personas.
De hecho, muchos de estos estudios han encontrado que elestado de la flora intestinalestá relacionado con patologías como la obesidad, el síndrome de colon irritable, la diabetes de tipo II, la depresión y las enfermedades autoinmunes.
El eje intestino-huesos
Recientemente, un nuevo trabajo publicado en el medio especializadoFrontiers in Endocrinologyha identificado un vínculo entre ciertasbacterias específicas en el microbiomay la salud ósea.
Esto incide en observaciones previas que habían documentadoasociaciones entre la dieta y la salud de los huesos. Por ejemplo, se sabe que la vitamina C estimula la generación de células productoras de hueso, y que los alimentos ricos en proteínas y en calcio ayudan a los huesos a estar fuertes y sanos.
Incluso, ya se había encontrado cierta evidencia sobre lainfluencia del microbioma en la salud óseay por ejemplo se sabe que la toma de ciertos suplementos nutricionales con prebióticos y probióticos puede ayudar a prevenir o incluso revertir la pérdida de masa ósea.
¿Cómo se relacionan las bacterias y los huesos?
En este caso, los autores llevaron a cabo unestudio observacionalempleando imágenes de alta resolución de los brazos y las piernas de participantes hombres y mujeres recogidas en elEstudio Framingham de Tercera Generacióny en la base de datosOsteoporotic Fractures in Men.Al cruzar esto con datos sobre la salud del microbioma, encontraron que dos tipos de bacterias, las del géneroAkkermansiay laClostridiales bacterium DTU089se asocian de manera negativa con la salud ósea.
Un punto interesante que subrayan es el hecho de que la abundancia debacteriasAkkermansiaen el intestino está ligada a la obesidad, que a su vez se relaciona con compromisos en la salud del esqueleto.
Una lógica similar se aplica aClostridiales bacterium DTU089, que se asocia con una menor actividad física y esta característica a huesos menos densos y fuertes. De la misma manera, ciertas bacterias del intestino pueden producirfactores que incrementan la inflamacióngeneralizada de bajo grado, que también tiene efectos deletéreos en las células óseas.
Prebióticos para la salud ósea
Sea como sea, los firmantes del artículo subrayan que esperan que estos hallazgospuedan servir algún día de basepara establecer un nuevo factor de riesgo modificable en la salud ósea.
Esto, defienden, podríacambiar las recomendaciones para el abordajey la prevención de ciertas enfermedades que afectan a los huesos como la osteoporosis, introduciendo intervenciones como modificaciones dietéticas al arsenal actual que se compone principalmente de fármacos.
En las fases actuales de la evidencia científica, con todo,no es posible establecer recomendaciones concretas.Sin embargo, algún día preparaciones como los simbióticos (mezclas de prebióticos y probióticos que favorecen a las bacterias beneficiosas en el intestino) podrían recetarse a las personas mayores con osteoporosis.