Más de 60 grafiteros entran en el metro de Vall d'Hebron, agreden a un vigilante y pintan cuatro trenes

Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) interpondrá este martes una denuncia penal contra los 62 grafiteros que han atacado esta pasada madrugada las instalaciones de la L5 del metro de Barcelona. En concreto, los vándalos han entrado en la estación de Vall d'Hebron estropeando la puerta, la barrera de validación y las cámaras de seguridad hasta que han accedido al andén donde han agredido a un vigilante de seguridad de metro y han pintado cuatro trenes, así como diferentes instalaciones de la estación.

Finalmente, la intervención conjunta de los Mossos d'Esquadra y los vigilantes de seguridad de metro ha acabado con 14 detenidos. Es el ataque de vándalos grafiteros más grande en la historia de TMB en cuanto a personas y trenes pintados. El ataque ha supuesto una afectación en el servicio a consecuencia de los cuatro trenes pintados que han sido retirados, aumentando así el tiempo de espera de las personas usuarias. Además, después de las evaluaciones preliminares de los daños, se calcula que el coste aproximado superará los 50.000 euros.

La presidenta de TMB, Laia Bonet, ha condenado duramente este ataque afirmando que «estas actuaciones de vandalismo ponen en peligro la integridad física de los vigilantes de seguridad del metro, y al mismo tiempo crean un grave perjuicio a la ciudadanía degradando un servicio esencial como es el transporte público y generando un coste de dinero público totalmente injustificado».

«No podemos permitir que se produzcan este tipo de ataques y por eso desde TMB actuaremos con la máxima contundencia y determinación, utilizando todas las herramientas a nuestro alcance, para evitar que situaciones como estas se vuelvan a repetir», ha asegurado Bonet. La presidenta de TMB también ha querido agradecer a los vigilantes de seguridad del metro y a los mossos d'esquadra su intervención en el ataque de esta noche.

TMB lucha contra el vandalismo grafitero y con una serie de nuevas medidas ha conseguido reducir a la mitad el número de metros cuadrados pintados y el coste económico durante el primer semestre del año con respecto al 2022, a pesar de la cantidad de intentos de intrusión y de vandalismo grafitero se mantienen. En este sentido, TMB recuerda que el vandalismo ferroviario es una actividad delictiva organizada que acaba teniendo un gran perjuicio sobre las personas trabajadoras, provoca un gasto económico importante e impacta a los mismos usuarios, en tanto que eventualmente obliga a parar la prestación de un servicio esencial.