Dos de cada tres hogares infantiles detecta retrasos en el desarrollo de los niños por sobreexposición en las pantallas
Problemas de lenguaje, alteraciones en la comida y aislamiento social, algunas de las afectaciones según una encuesta
Dos de cada tres hogares infantiles detecta un retraso global en el desarrollo de los niños a causa de la sobreexposición en las pantallas. Es el principal resultado de una encuesta difundida entre los más de un centenar de centros educativos privados adheridos a la Asociación Catalana de Jardines de Infancia. Casi el 75% de los centros señalan el retraso en el aprendizaje del lenguaje como el principal aspecto de desarrollo afectado, seguido por las dificultades para comer (46%) y porel aislamiento social (42%). También, más del 30% identifican problemas a la hora de establecer vínculos relacionales con el profesorado u otros niños, dificultad por conciliar el sueño y retraso en el desarrollo psicomotriz.
Rut Baqués, portavoz de la asociación, destaca que han observado, a más que los niños que hacen un uso excesivo, de los dispositivos muestran una tolerancia más baja a la frustración. Según la profesional, los pequeños viven situaciones en su día a día que no les gustan y que no satisfacen la necesidad de rapidez a la cual han acostumbrado su cerebro con las pantallas.
Otro punto que pone de manifiesto la encuesta es que el 65% de los hogares encuestados aseguran haber tenido familias donde el pediatra les ha recomendado llevara su hijo a un centro educativo después de observar aspectos alarmantes en Usted el desarrollo cognitivo o psicomotriz.
«Los profesionales de la medicina de que atienden la primera infancia, sobre todo los más jóvenes, sueño conscientes de que, en el contexto actual, es mejor coger la gripe a una edad temprana que los peligros que comporta el uso nocivo de las pantallas, asevera Baqués.
Según la asociación, el aprendizaje presencial, el hecho de ejercitar sus capacidades motrices, cognitivas y afectivas, tiene que pasar por delante del digital y hace falta que las familias actúen en la misma para asegurar un desarrollo saludable del niño.
Confusión con un trastorno del espectro autista
Asimismo, casi el 30% de los hogares encuestados afirman haber vivido algún caso de familias con sospecha de un posible trastorno del espectro autista (TEA) en el niño a causa del uso excesivo de las pantallas. «Si el niño se acostumbra a las pantallas deja de tener interés para jugar, relacionarse... y eso a veces lleva a la familia a pensar que se puede tratar de un TEA».