SOCIEDAD
Cataluña ha recibido a 1.436 menores no acompañados en lo que llevamos de año, un 20% menos que en el mismo periodo de 2022
Derechos Sociales exige en el Estado más coordinación y una financiación justa para atender a los jóvenes emigrados solos con garantías
Cataluña ha recibido a 1.436 menores no acompañados entre enero y septiembre de 2023, según datos de Derechos Sociales. Es un 20% menos que el mismo periodo del año pasado, cuando se contabilizaron 1.799. La diferencia se debe, en parte, al elevado número de refugiados de Ucrania que se desplazaron a Cataluña durante el 2022 y que representaron el 15,8% del total de jóvenes emigrados que atendió la DGAIA. El 97,1% de los menores que han llegado este año son chicos y más de la mitad, el 57%, tiene 17 años. Sólo el 1,5% tiene entre 11 y 13 años. Con respecto a la procedencia, la gran mayoría, el 42,9%, viene de Marruecos, mientras que el 38,9% procede de países subsaharianos. Con respecto a los refugiados de Ucrania, este 2023 sólo representan el 0,3% del total.
Por territorios, el 22,4% de jóvenes emigrados han llegado a la provincia de Barcelona, el 15,6% en Tarragona, el 14,6 en Lleida y otro 14,6 en Girona. El Área Metropolitana de Barcelona ha concentrado el 11,6% del total y Barcelona ciudad el 11,4%. El mes en que vinieron más jóvenes no acompañados fue agosto, cuando se contabilizaron 246. Por el contrario, abril fue el que registró menos, con un centenar.
La consejería de Derechos Sociales ha explicado que la gran mayoría de los menores proceden de otros puntos del Estado, por lo cual ha apuntado que se trata de jóvenes que entran a España a través de las islas Canarias, Ceuta y Melilla. En este sentido, ha indicado que el volumen de chicos y chicas que acceden a Cataluña desde Francia es muy bajo.
El departamento ha señalado que todos son atendidos en Dispositivos de Atención Inmediata (DAI) como lo que hay en Collserola. Allí se les presta una atención básica humanitaria que consiste en proporcionarles una muda, un sitio donde descansar, comer, y también se les hace una primera valoración médica. Además, se les ofrece conexión en Internet para que puedan comunicarse con sus familias. Posteriormente se les deriva en alguno de los 195 equipamientos y pisos asistidos que la Generalitat tiene repartidos por toda Cataluña. Esta distribución se lleva a cabo atendiendo las casuísticas de los chicos y chicas y en función de las plazas disponibles a los diferentes servicios.
El departamento ha asegurado que el Gobierno está comprometido con la acogida de estos jóvenes y ha indicado que con este objetivo se creó la Estrategia Catalana para la Acogida y la Inclusión de los Jóvenes Emigrats Sols. Al mismo tiempo, ha apuntado que en muchos casos el acompañamiento de estos menores en su proceso de emancipación va más allá de los 18 años, cosa que no todos los territorios hacen. Actualmente hay 5.857 jóvenes y niños emigrados solos tutelados por la Generalitat o en situación de prórroga asistencial.
Más coordinación y financiación
La consejería ha asegurado que todo se lleva a cabo sin que haya un plan estatal para abordar estas llegadas, una coordinación y una financiación justa para atender a estas personas con garantías. Por este motivo, el consejero de Derechos Sociales, Carles Campuzano, ha exigido al Estado que no eluda sus responsabilidades y colabore en la atención de estos menores. Campuzano hizo esta petición en el marco de la conferencia sectorial que se celebró el 11 de octubre para abordar el traspaso de los 380 chicos acogidos en las Canarias.
Fruto de este encuentro, el ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 propuso en Cataluña acoger a 33 chicos, con una transferencia de 1.806.652 euros para poder atenderlos. «No entendemos qué diferencia hay entre estos jóvenes y el resto que han llegado a nuestra casa a lo largo de este año», han apuntado desde la consejería que han pedido ayudas para el resto de menores emigrados.