Condenan a Sanitas a indemnizar a un paciente con más de 213.000 euros por las secuelas de una operación

El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Cerdanyola del Vallès ha condenado a la aseguradora Sanitas a indemnizar a un paciente con más de 213.000 euros por las secuelas derivadas de una operación en el Hospital General de Cataluña, en Sant Cugat. La sentencia, hecha pública por el despacho Col·lectiu Ronda, apunta que el consentimiento otorgado por el paciente fue defectuoso, ya que no se le informó con bastante antelación de los riesgos que comportaba la cirugía.

También considera probada una «falta de vigilancia diligente del paciente» por parte de los sanitarios, la cual provocó un hematoma en la zona lumbar que derivó en una parálisis parcial de las piernas y una severa alteración del esfínter. El hombre tiene una incapacidad permanente absoluta. En abril del 2015 el hombre se sometió a una reartrodesi, una cirugía para ajustar estructuras de fijación de la columna colocadas en una anterior intervención. Según la jueza, a raíz de la operación el hombre sufrió graves secuelas y lesiones en la movilidad de las piernas, de manera que actualmente se ve obligado a utilizar regularmente andadores y silla de ruedas.

La magistrada dice que las secuelas son fruto del seguimiento inadecuado que los médicos y enfermeras hicieron del paciente durante el post operatorio, ya que el hombre desarrolló un hematoma que no fue tratado de forma adecuada. En este sentido, apunta que el paciente se quejó de dolores intensos desde poco después de la operación, y constata que sólo recibió analgésicos. El hematoma se complicó, provocando una compresión de las estructuras nerviosas.

Responsabiliza al equipo médico por falta de «vigilancia diligente» aunque «el hematoma es una complicación prevista en este tipo de cirugías». La jueza afirma que los sanitarios podrían haber detectado el alcance haciendo una resonancia magnética. Señala que, después de dos días con analgésicos, un cirujano constató que la situación del paciente era anómala y decidió hacer una nueva operación urgente para minimizar las consecuencias de la compresión nerviosa derivada del hematoma. «Si se hubiera actuado más rápido, las consecuencias se habrían podido evitar», sentencia la magistrada.

Por otra parte, considera que el hospital no fue informado debidamente de los riesgos que asumía sometiéndose a la operación, la cual era una segunda intervención quirúrgica después de la colocación de las piezas de fijación en la columna. Según recoge la sentencia, el consentimiento informado fue «defectuoso» porque no se le explicaron al paciente todas las posibles complicaciones que podía comportar la intervención, y dice que el documento no recogía que el hombre tiene diagnosticada una diabetes que puede multiplicar por tres el riesgo de complicaciones. La jueza también destaca que el hombre firmó la documentación de forma «precipitada» instantes antes de entrar en quirófano.

Señala a la aseguradora Sanitas como empresa condenada porque afirma que es la responsable de cualquier negligencia cometida por los centros y facultativos de sus guías médicas. Le condena a pagar más de 213.000 euros más los intereses desde el 30 de junio del 2016 y hasta que complete el pago. La sentencia es firme y no admite recurso.