‘El estafador del amor’ se presenta voluntariamente en prisión para cumplir condena

Albert Cavallé, conocido como ‘el estafador del amor’, se ha presentado voluntariamente este lunes en la prisión de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Bages) después de que desde junio se hayan dictado al menos dos órdenes judiciales de llamamiento, búsqueda e ingreso a prisión. La primera orden la dictó la Audiencia de Barcelona hace seis meses para cumplir una pena por estafa, y la segunda llegó la semana pasada después de que no se presentara por segunda vez en un juzgado de lo penal de la capital catalana para ser juzgado por el mismo delito. Cavallé ya ha sido juzgado varias veces por estafar a mujeres a las que pedía dinero y no se los devolvía y a quien hacía creer que estaba enamorado. Es la primera vez que ingresa en la prisión.

Cavallé fue condenado el febrero pasado a dos años y tres meses de prisión por engañar a seis mujeres para quedarse con 68.500 euros, después de que llegara a un acuerdo con la fiscalía y con las denunciantes por los delitos de estafa continuada y hurto. Como todas las partes estaban de acuerdo, la sentencia dictada por el tribunal se volvió firme inmediatamente, es decir que no admitía recurso en contra, por lo que el estafador tenía que ingresar voluntariamente en el centro penitenciario que él eligiera. Pero no se había presentado en ninguno. Tanto la acusación como el ministerio público pedían para él nueve años y diez meses de prisión por un delito continuado de estafa, uno más de hurto, apropiación indebida y dos delitos de obstrucción a la justicia. Finalmente, fue condenado a dos años y tres meses.

En aquella ocasión, Cavallé aceptó que del 2015 al 2017 se hacía pasar en varias aplicaciones de citas como abogado, inversor, cirujano o hijo de los dueños de una conocida clínica barcelonesa. A una de ellas, inmigrante irregular, le pidió dinero para ayudarla a solucionar su situación administrativa. A otra le pidió dinero en metálico porque decía que tenía unas cuentas en Panamá que no podía tocar, pero con la promesa que le devolvería. A una tercera le fotografió el DNI y una tarjeta bancaria y reservó una habitación en un hotel de lujo a cargo de la tarjeta.

A otra mujer también le dijo que tenía dinero bloqueado en Panamá y firmaron un documento donde le prestaba 40.000 euros, que nunca le devolvió. Además, consiguió sacar dinero de la tarjeta bancaria de la madre de la víctima. A otra víctima le dijo que tenía dinero en efectivo en Andorra y le pidió que le dejara dinero a cambio de devolvérselo más adelante. También le robó dinero en efectivo de un bolso de mano y pagó una habitación de hotel con una tarjeta suya.

En mayo tenía que ser juzgado por otra estafa, y se enfrentaba a una pena de más de dos años de prisión, pero no se presentó. Pocos días después justificó su ausencia. Se le notificó la fecha del miércoles pasado para celebrar finalmente el juicio, pero tampoco compareció. Por eso, la fiscalía pidió el ingreso a prisión, que la magistrada aceptó y ordenó.