Sostenibilidad
La respiración de los arroyos mediterráneos supone la mitad de las emisiones de CO2 a la atmósfera
Una investigación liderarada por el CEAB confirma que tienen un papel activo en los gases de efecto invernadero
Un equipo liderado por investigadoras del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) ha descubierto que los riachuelos tienen un papel más activo del previsto en las emisiones de CO2 por procesos metabólicos que se llevan a término. Hasta ahora se consideraba que los ríos eran elementos "pasivos" que funcionaban como "una chimenea" que canalizaba las emisiones del drenaje de la tierra. Ahora, sin embargo, se ha descubierto que la mitad de las emisiones provienen de la respiración del río, un proceso que incorpora la respiración de los animales o la descomposición orgánica que hacen las bacterias. Hasta ahora, todos los estudios que se habían hecho sobre emisiones de CO2 en ríos de cabecera estaban en regiones más húmedas y daban un peso muy pequeño al metabolismo.
El Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) ha analizado las emisiones de CO2 que emiten dos afluentes de la Tordera en un proyecto en colaboración con la Universidad de Florida de los Estados Unidos. Uno de los ríos está en la cabecera del Montseny y siempre lleva agua. El otro, en el Montnegre y baja seco en algunos periodos del año. Desde el CEAB han recogido muestras de las emisiones de CO2 en estos arroyos para comprobar de dónde provienen. Estos dos ríos tienen un tipo de bosque de ribera diferente, entradas laterales de agua y también un grado diferente de luz solar que llega.
A pesar de todo, las muestras determinan que la respiración del río supone más del 50% de las emisiones que evocan a la atmósfera. En el arroyo del Montseny la respiración del río representa un 51% de las emisiones y en el caso del Montnegre, del 57%. La investigadora del CEAB, Susana Bernal, explica que en el primer afluente analizado, las entradas de agua freática son importantes y eso hace que el metabolismo del río sea muy activo. Bernal detalla que "los microorganismos trabajan mucho y descomponen rápidamente las sustancias orgánicas que llegan". Eso produce un volumen de emisiones de CO2 importante.
En el segundo caso, no hay muchas entradas del subsuelo y el origen del dióxido es más "misterioso", según relata la investigadora. Consideran que la elevada emisión de este gas podría venir de los procesos anaeróbicos que se producen cuando no hay oxígeno en el agua y las bacterias tienen que respirar otros elementos para obtener energía de la materia orgánica como la hojarasca que guarida en la cama del río.
La respiración de los ríos, un papel activo
Los resultados de la investigación se han publicado en un artículo en 'Limnology and Oceanography'. El artículo aporta datos innovadores en este aspecto. Hasta ahora se creía que el papel de los ríos en las emisiones de efecto invernadero era pasivo y que la mayor parte de CO2 que evocaban a la atmósfera provenía del drenaje de las tierras. A pesar de todo, las investigadoras del CEAB han puesto sobre la mesa el papel activo que tiene la respiración del río en estas emisiones.
Ahora, el equipo científico ha puesto en marcha un nuevo proyecto de investigación que busca estudiar a fondo los procesos que hay dentro de los ríos y su influencia en el balance de las emisiones de carbono. El punto de partida es el artículo publicado y el proyecto prevé monitorizar de forma continuada los dos afluentes durante dos años hidrológicos (del mes de septiembre en el mes de agosto). Para hacerlo instalarán 30 sensores que miden de forma continuada el oxígeno disuelto en el agua, el caudal, el dióxido de carbono, el pH o la luz que llega a los ríos.
Además, cada tres semanas limpiarán los sensores, vaciarán los datos y tomarán medidas manuales del río, los pozos que hay alrededor y la atmósfera para después hacer los cálculos necesarios de la investigación. Estos datos permitirán conocer en profundidad el ciclo de carbono que hay en los ríos. A partir de aquí se podrá calcula el papel que tienen los ríos en las emisiones de gases de efecto invernadero.