Judicial
La amiga de la denunciante de Alves asegura que el futbolista estuvo «baboso» desde el momento en el que las conoció
La chica dice durante el juicio que la víctima no quería denunciar inicialmente porque pensaba que no la creerían
La amiga de la denunciante de la agresión sexual de Dani Alves en una discoteca de Barcelona ha asegurado este lunes durante el juicio en la Audiencia de Barcelona que desde el momento que las conoció el futbolista tenía una actitud «babosa», y que inmediatamente después de los hechos denunciados la víctima dijo que le había hecho daño al penetrarla.
También ha asegurado que inicialmente su amiga no quería denunciar los hechos porque pensaba que nadie la creería, y que desde entonces no trabaja, tiene ansiedad y se muestra «obsesiva» las pocas veces que sale a la calle. La víctima, que ha declarado a puerta cerrada, ha ratificado los hechos denunciados, según fuentes presentes en la declaración.
En una declaración de una media hora, y con algún llanto, la testigo ha declarado que la actitud de Alves desde el primer momento fue «babosa» y que cuando la agresión sexual ya se habría producido, la denunciante le dijo inmediatamente que le había hecho «daño» y que había eyaculado en el interior de la vagina.
Cuando entraron en la discoteca, las tres se quedaron en la zona general, desde donde veían la zona VIP. Al cabo de un rato salieron dos o tres chicos mexicanos de un grupo de seis o siete que estaban en un reservado y las invitaron a su zona. Fueron, y al cabo de poco rato un camarero se acercó a ellas y les dijo que desde una mesa las invitaban a cava.
Inicialmente lo rechazaron, porque hacía poco rato que estaban con los mexicanos, pero el camarero insistió al cabo de un rato y finalmente fueron a la mesa que les invitaba, que era la de Alves. No conocían al futbolista, aunque después supieron quién era él, y allí se encontraron con dos chicas más.
Cuando saludaron a uno de los hombres que había de pie, la testigo ha dicho que ya notó una «actitud babosa» a la hora de darle los dos besos de saludo, y también en tocarle la espalda cerca del culo. «No me gustó la actitud y me fui al otro lado de la mesa, pero no le dije nada», ha dicho.
La chica ha admitido que fue «egoísta» y sólo pensó en «salir» ella de la zona de influencia de Alves para que no la tocara más, y no dijo nada a sus otras dos amigas. Al cabo de un rato, la prima de la víctima le dijo que Alves le había tocado la vulva, cosa que confirmó su opinión sobre Alves.
En un momento de la noche, el jugador fue hacia una puerta, que no sabía que era un lavabo, y se quedaron las tres chicas con el amigo de Alves. Al cabo de poco entró su amiga, y el amigo de Alves le propuso entrar también, cosa a la que ella dijo que no. Entonces bajó al lavabo de la zona general de la discoteca.
Allí mismo recibió un mensaje de ‘whatsapp’ de la prima de la víctima diciéndole que su amiga quería marcharse. Inmediatamente supo «qué había pasado». Se encontró con las otras dos chicas en el guardarropa y la amiga estaba «desconsolada como nunca». «Me ha hecho mucho daño, me ha hecho mucho daño, se ha corrido dentro», decía la denunciante. Estaba nerviosa y las tres estuvieron llorando porque no sabían cómo reaccionar en aquel momento. «Era como si ella no estuviera allí, estaba su cuerpo como pisado», ha añadido.
La chica ha dicho que su amiga quería marcharse a casa, pero ella, que es abogada, insistió en denunciar los hechos, y consiguió avisar a la seguridad del local, que activó a los Mossos d'Esquadra. La chica decía que no la creerían, pero ella la convenció para ir al Hospital Clínic.
Preguntada por las partes, ha dicho que Alves no parecía que estuviera muy perjudicado por el alcohol y que no recuerda haber visto a su amiga darse besos con el jugador o abrazarlo. Tampoco recordaba haber dicho a los mossosque atendieron a su amiga en la discoteca que previamente se habían dado besos. En los días siguientes, la chica presuntamente agredida seguía sin querer denunciar el caso a la policía, ni explicarle a nadie, pero ella la convenció y la acompañó a comisaría.
Desde entonces, ha explicado, la denunciante está «muy mal», con ansiedad, cuanto antes estaba alegre, ha perdido peso, no se fía de nadie, no trabaja y casi nunca sale de casa. De hecho, ella habla cada día y le obliga a salir de vez en cuando, aunque la víctima lo hace con desconfianza y pensando todo el rato de forma «obsesiva» que la están siguiendo o fotografiando. La víctima ha tenido que ir a terapia psicológica, e incluso al psiquiatra desde el momento en el que se publicaron las imágenes de ella a través de medios de comunicación brasileños y las redes sociales de la madre de Alves.
La testigo ha explicado que no ha preguntado mucho a su amiga cómo pasaron los hechos, pero sí que hizo una foto de la rodilla de la víctima cuando estaban en el hospital, donde tenía una herida a causa de los movimientos bruscos que le habría obligado a hacer al exjugador azulgrana. La chica ha llorado en varios momentos de su declaración y ha tenido que parar algunos instantes para coger aire. También ha estado tensa en las respuestas a la defensa de Alves, que junto con la presidenta del tribunal le ha reprochado que no recordara muchos de los detalles que le preguntaba.
La defensa le ha preguntado si recordaba que el portero de la discoteca les dijera: «No sé porque vais con esta gente, si ya sabéis cómo son». Tampoco recordaba haber dicho a su amiga: «Tal como están las cosas, te creerán a ti». Previamente, la declaración de la denunciante ha sido a puerta cerrada, pero fuentes presentes en la vista han dicho que la chica ha ratificado su versión de los hechos. El tribunal ha hecho una pausa para comer y después será el turno de la prima de la víctima y de otros testigos que había en la discoteca.