Judicial
La Audiencia sigue adelante con el juicio de Alves, que declarará en último lugar
La defensa del futbolista había pedido anular la vista oral por vulneraciones de derechos
La Audiencia de Barcelona ha decidido continuar el juicio contra el exfutbolista del Barça Dani Alves por agresión sexual, aunque su defensa había pedido suspenderlo por vulneración de varios derechos. El tribunal considera que no se le ha vulnerado ningún derecho y ha decidido continuar con la vista, prevista inicialmente hasta el miércoles.
Sí que ha aceptado que el acusado declare en último lugar, como había pedido la defensa. El tribunal ha dicho que Alves fue asesorado por una abogada desde el momento en el que fue arrestado por los Mossos, y por eso no cree que se hayan vulnerado sus derechos.
La abogada de Alves ha pedido suspender el juicio por la supuesta vulneración del derecho de defensa de su cliente. La letrada Inés Guardiola ha alegado en las cuestiones previas, justo al inicio de la vista oral en la Audiencia de Barcelona, que al principio de la instrucción no se respetaron los derechos del jugador.
Además, ha dicho que durante toda la instrucción se ha hecho un juicio mediático paralelo contra él que ha comportado que haya sido considerado culpable por buena parte de la sociedad. Alves, en prisión preventiva desde hace más de un año, se enfrenta a 12 años de prisión por agredir sexualmente a una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona.
En su intervención inicial, la defensa ha presentado una decena de cuestiones previas, incidiendo sobre todo en la supuesta vulneración de la presunción de inocencia y del derecho de defensa de Alves. Así, considera que desde el mismo momento de la llegada de los Mossos d'Esquadra a la discoteca se sabía el nombre del sospechoso, pero la policía abrió una investigación contra él sin comunicárselo, como si fuera un sospechoso no conocido. También considera que la misma noche de los hechos se le hubiera podido hacer una prueba de alcoholemia, ya que Alves alega que aquella noche estaba muy bebido.
También ha criticado que no se permitiera a la representación legal de Alves personarse en la causa hasta que fue arrestado por los Mossos, el 20 de enero, cuando el exfutbolista se presentó en Barcelona voluntariamente. El mismo día de la detención la abogada que entonces tenía Alves sólo tuvo acceso a una parte del atestado policial, de 119 páginas, y sólo dos horas antes de la declaración en el juzgado.
En cambio, la defensa ha lamentado que hubiera filtraciones en la prensa, cosa que habría vulnerado la presunción de inocencia del futbolista. Así, considera que ha habido un «juicio paralelo» y ha aportado 450 noticias contrarias a su cliente.
De hecho, ha dicho que la magistrada instructora estaba influenciada por algunas noticias, como el hecho de que Alves declarara inicialmente en algunos medios que no conocía de nada a la víctima y que aquella noche no la había visto. En este sentido, ha criticado que la instrucción tuviera en cuenta aquella versión inicial que no fue nunca dicha en el juzgado.
Por otra parte, también ha protestado por el hecho de que el perito de la defensa no pudiera hacer un reconocimiento médico forense a la víctima. Por eso, ha solicitado poder hacerle un reconocimiento psiquiátrico de parte a la víctima, aunque la defensa del jugador no lo alegara en su momento.
La letrada de Alves también ha pedido que su cliente declare en último lugar, previsiblemente el miércoles que viene. Igualmente ha pedido que determinados testigos que estaban aquella noche en la discoteca puedan declarar mientras se ven las imágenes de las cámaras de seguridad.
Sobre la declaración de la víctima, que se hará a puerta cerrada y con la grabación oficial con voz e imagen distorsionada, ha dicho que eso puede perjudicar el derecho de defensa en un posterior recurso, ya que se pueden perder detalles de su declaración. Por todo eso, la defensa ha reclamado la suspensión del juicio.
Por último, ha aportado documentación que evidenciaría que la situación económica de Alves ya no es tanto cómoda como antes de los hechos, ya que en España sólo tiene 50.000 euros en las cuentas y en Brasil tiene 50.000 euros más embargados y un saldo negativo de 20.000 euros. Tanto la fiscalía como la acusación particular se han opuesto a las pretensiones de la defensa y han justificado tanto la investigación policial como la instrucción judicial del caso.
El tribunal no ha aceptado valorar las 450 noticias sobre el caso publicadas hasta ahora. Tampoco ha aceptado que los testigos puedan declarar mientras se ven las imágenes de las cámaras de seguridad. A raíz de la decisión del tribunal, la defensa ha formalizado protesta.
A pesar de las especulaciones hasta última hora, finalmente no ha habido pacto de conformidad, y el juicio ha empezado, pese a que con cierto retraso. Los Mossos d'Esquadra han hecho pasar a Alves por una vía interna diferente a la habitual desde los calabozos a la sala de vistas para los acusados encarcelados.
La Audiencia de Barcelona juzga desde este lunes al exfutbolista brasileño del Barça Dani Alves por la supuesta agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona el 31 de diciembre del 2022. El jugador se enfrenta a una posible pena de 12 años de prisión por agresión sexual y a una indemnización de 150.000 euros, que ya ha pagado, diez años de libertad vigilada y diez años de prohibición o aproximación a la víctima.
Alves está en prisión preventiva desde hace más de un año. Defiende su inocencia, pero ha cambiado de versión y de abogados varias veces, mientras que las pruebas contra él son bastante sólidas desde un inicio. El juicio ha levantado una gran expectación mediática y se prevé que dure hasta el miércoles por la noche.
Mientras la acusación particular pide 12 años de prisión, la fiscalía pide nueve para Alves, que está en prisión preventiva desde el 20 de enero del 2023 y ha cambiado dos veces de abogado. El exdefensa azulgrana ha cambiado varias veces de versión, negando al principio que conociera a la chica, después de que el sexo fue instigado por ella, al haberle hecho una felación mientras él defecaba en el inodoro, y posteriormente que fue una penetración vaginal consentida por los dos.
Finalmente, en su escrito de defensa para el juicio, alega que iba muy bebido. Ninguna de las versiones de Alves le han servido para salir de la prisión, ni tampoco sus esfuerzos por demostrar el arraigo en Cataluña que supuestamente minimizaría el riesgo de huida del país.