Los trabajadores del Puig de les Basses se suman a las protestas y bloquean el acceso a la prisión

Los trabajadores de la prisión del Puig de les Basses se han sumado a la oleada de protestas que se ha extendido por toda Cataluña y bloquean el acceso a la prisión. Unos ochenta se concentran en la entrada del centro penitenciario y cortan tanto la entrada como la salida con vallas, para impedir el acceso de vehículos. También han encendido una hoguera y han tirado petardos. Los trabajadores reclaman más seguridad y más recursos después de que este miércoles un interno asesinara a una cocinera en la prisión de Mas d'Enric. Les concentraciones, algunas con barricadas, han empezado este viernes a primera hora en el centro penitenciario del Catllar y se han extendido a Brians 1 y 2, Lledoners, Quatre Camins y Joves, Ponent y Wad-ras.

Los concentrados han bloqueado las entradas en el centro penitenciario hacia las diez de la mañana. Lo han hecho inicialmente unas ochenta de personas, aunque se ha llegado a congregar hasta un centenar. Han cogido vallas metálicas de obra y las han situado en las dos puertas. También han encendido una hoguera con maderas, blancas y neumáticos y han extendido dos pancartas pidiendo la dimisión de la consellera de Justícia, Gemma Ubasart, y el secretario de Servicios Penitenciarios, Amand Calderó. Y han hecho una en recuerdo de la cocinera asesinada: «Núria no te olvidamos».

La voluntad es impedir de entrada de servicios y empresas que trabajan en la prisión pero también el traslado de internos por parte de los Mossos d'Esquadra. Así lo ha explicado el responsable de UGT de Prisiones en el centro, Jorge Fernández, que ha añadido que la mayoría de los presos están en sus celdas porque se han paralizado todos los tratamientos, actos culturales y formativos. «Si la gente se va añadiendo, durará lo que haga falta y eso continuará hasta que no se tome medidas», asegura Fernández.

En este sentido, vincula el asesinato de la cocinera «a las políticas de la consejería y del secretario general». «Pedimos su dimisión porque son los que han llevado este tipo de medidas a los centros penitenciarios y son, en última instancia, los responsables de lo que está pasando», dice.

«Creemos que no hay una buena identificación del perfil de los internos que tienen que ir a los diferentes departamentos. ¿Cómo es posible que un interno que había matado a una mujer tuviera acceso a cuchillos y a estar a solas con una mujer?», se pregunta el responsable sindical.

Por otra parte, Fernández dice que hacen falta más medidas para garantizar la seguridad tanto de los funcionarios y personal que trabaja en las prisiones como de los propios internos. «Hace falta un aumento de plantilla porque no puede ser que tengamos dos personas por cada 100 internos», asegura. También reclaman aerosoles, que «están aprobados en la mayoría de centros de Europa y que nos prometieron hace dos años».