Sociedad
Dos profesoras van a trabajar en avión porque les sale más barato que alquilar una casa
Joana e Isabel viven en Mallorca, pero se trasladan varias veces a la semana a Ibiza para ir a trabajar
Foto referencial de la cabina de un avión.
Alquilar una vivienda cada día resulta más complicado en España. Para algunas personas los precios de los alquileres son inalcanzables y por este motivo optan por realizar un largo trayecto todos los días desde su casa hasta su lugar de trabajo. Este es el caso de Joana, una profesora de Educación Primaria que vive en Mallorca y que debe subirse a un avión para acudir al colegio donde trabaja en Ibiza. Lo mismo le sucede a su colega Isabel.
«Cuando me enteré de que la plaza era en Ibiza, fue un drama. Lloré mucho, y aún lloro. Es que me ha cambiado la vida», afirmó Isabel al medio IB3. Ella tiene un bebé y por este motivo trabajaba media jornada, de manera que solo acude al centro educativo de lunes a miércoles.
Su avión aterriza a las 7.40 de la mañana, después se sube a un autobús y se baja en el CEIP Sant Jordi. Su jornada finaliza a las 14.30, momento en el que vuelve a coger el bus para ir al aeropuerto. Inicialmente pensó en alquilar una vivienda en Ibiza, pero al ver los precios descartó la opción. «Todo lo que encontraba era abusivo, de 1.500 euros para arriba, y pisos de una sola habitación».
Joana trabaja en el mismo centro de Isabel y también viaja a Ibiza varias veces a la semana para acudir a su trabajo. «Al menos he tenido la suerte que me ha tocado en el colegio Sant Jordi, cerca del aeropuerto y así puedo hacer estos movimientos, sino sería imposible», explica la maestra. Sin embargo, indica que su situación se complicará el próximo año escolar ya que le han asignado una plaza en un colegio que se encuentra más alejado del aeropuerto.
Las circunstancias son aún más complicadas para María, quien es profesora de la ESO en un colegio de Formentera. Afortunadamente pudo alquilar una vivienda este año escolar, pero debido a que ya se acerca la temporada de verano pronto la echarán del piso donde vive. «Ahora mismo no sé que voy a hacer durante el mes de junio, no tengo sitio donde ir», lamenta.
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