Judicial
El acusado de la violación de Igualada niega los hechos y dice que no se reconoce en las cámaras de seguridad
Dice que la chaqueta que llevaba aquel día y donde se localizó ADN de la víctima se la encontró por la calle
El acusado de la violación de Igualada ha negado tener ninguna implicación en los hechos. El hombre, que sólo ha contestado las preguntas de su abogado, ha asegurado que no se reconoce en ninguna de las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia del polígono.
También ha dicho que la chaqueta que llevaba el día de los hechos y en que se encontró ADN de la víctima no era suya y que se la encontró por la calle. «No recuerdo muy bien dónde me la encontré, pero vi que estaba bien, no estaba rota, y me la puse porque tenía frío», ha dicho. También ha relatado que consumía marihuana y hachís de forma habitual. Por otra parte, el acusado ha dicho que no tiene ningún vínculo con su país de origen y que, en caso de ser condenado, preferiría cumplir condena a España.
El acusado de violar e intentar matar a una menor el año 2021 en Igualada ha declarado este jueves durante la cuarta jornada del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona desde el lunes. El hombre sólo ha contestado a las preguntas de su abogado y ha negado tener ninguna relación con los hechos de que se lo acusan. De hecho, ha dicho que no se reconoce en ninguna de las imágenes que captaron las imágenes del polígono de las Comas -donde tuvieron lugar los hechos.
En su relato, el acusado ha dicho que aquella noche salió de fiesta con unos amigos por la zona del polígono industrial de Igualada y que bebió bastante y que también consumió marihuana y hachís. Ha asegurado que en un momento determinado de la noche se discutió con una de las personas del grupo y decidió marcharse. El acusado ha asegurado que siguió bebiendo -ha dicho que llevaba dos botellas de alcohol en la mochila- y también fumando. «Bebí hasta que me acabé las botellas», ha dicho. De hecho, ha explicado que «se notaba mal» hasta el punto que no podía caminar y, por eso se sentó en un banco y se quedó allí.
Sobre el momento en que decidió volver en casa, ha dicho que estuvo «pasada la madrugada» tan pronto como «recuperó la conciencia» y se podía mantener de pie». A preguntas de su abogado, también ha asegurado que consultó a la aplicación Google Maps el recorrido para volver a su casa porque «no estaba plenamente consciente». «No sabía ni donde estaba», ha afirmado.
Por otra parte, el acusado ha explicado que la chaqueta de color negro que llevaba el día en que tuvo lugar la violación se la encontró por la calle porque había perdido la suya. «No recuerdo muy bien donde, pero vi que estaba bien, no estaba rota, y me la puse porque tenía frío», ha dicho. Precisamente esta chaqueta es la que se localizó durante el cacheo en el domicilio del acusado y en que se encontró ADN de la víctima.
El presunto agresor también ha dicho que tenía problemas con la bebida, a pesar de no ser consciente, y que eso le había comportado problemas con amigos y familiares. De hecho, ha asegurado que no podía controlar la cantidad de alcohol que ingería ni tampoco los actos que llevaba a cabo después «de beber tanto». También ha dicho que consumía diariamente marihuana y hachís con una cantidad «de entre 15 y 20 gramos».
Al acabar la declaración del acusado, la fiscalía ha ratificado su petición de pena de 30 años por intento de asesinato y 15 por violación con violencia grave, con el agravante de discriminación de género. También le pide diez años de libertad vigilada, 20 años de inhabilitación para tareas con menores, prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima durante diez años y cerca de 280.000 euros en indemnizaciones. Además, reclama que cuando obtenga el tercer grado penitenciario sea expulsado de España.
Por su parte, la defensa del acusado ha pedido la absolución o, alternativamente, una pena inferior por la eximente incompleta o atenuante de alteración psíquica e intoxicación grave por alcohol y drogas, que le habrían afectado a sus capacidades intelectuales
Este viernes el juicio acabará con los informes finales de todas las partes y el derecho al último turno de palabra para el acusado.