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Cambio de hora: este es el día de octubre que vuelve el horario de invierno

Los relojes se tendrán que retrasar una hora, cosa que significa que a las 3.00 h volverán a ser las 2.00 h.

Imatge d'arxiu d'un rellotge despertador

Imagen de archivo de un reloj despertadorPixabay

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A medida que transcurre el otoño los días empiezan a ser más cortos, lo cual es una señal clara que el cambio hacia el horario de invierno se aproxima rápidamente. Esta transición estacional nos recuerda que el verano se acaba y que nos introducimos en la época del año donde las noches serán más largas y los días más cortos.

En España, el cambio al horario de invierno tiene lugar siempre el mes de octubre, siguiendo una normativa que se mantiene constante desde hace años. Concretamente, este ajuste se hace el último fin de semana de octubre, y en este 2024, la fecha exacta será en la madrugada del sábado 26 al domingo 27.

Durante aquella noche, los relojes se tendrán que retrasar una hora, lo que significa que a las 3:00 h volverán a ser las 2:00 h. Este sencillo gesto implica que el domingo será un día un poco más largo del habitual, con una duración oficial de veinticinco horas. Aunque el cambio puede parecer insignificante, se trata de una medida que tiene repercusiones tanto en el ritmo de vida como en las actividades cotidianas.

Un aspecto interesante es que, aunque muchas personas todavía ajustan manualmente los relojes analógicos, la mayoría de los dispositivos electrónicos modernos, como smartphones, tabletas ordenadores y televisores inteligentes, efectúan este cambio de forma automática.

Eso es posible gracias a un sistema conocido como NTP (Network Time Protocol), un protocolo de red que permite sincronizar los relojes de los sistemas informáticos a través de una red de datos, incluso con latencias variables. De esta manera, nos aseguramos de que nuestros dispositivos siempre estén actualizados a la hora correcta sin necesidad de intervención humana.

El principal impacto del cambio al horario de invierno se observa en la cantidad de horas de luz diurna. A partir de aquel momento, amanecerá y oscurecerá una hora antes en comparación con el horario de verano. El objetivo principal de este ajuste es aprovechar mejor la luz natural y, en teoría, promover un ahorro energético, ya que se intenta adaptar las horas de actividad laboral a las horas en que hay más luz solar. Sin embargo, este cambio también tiene un impacto en la rutina diaria de las personas, afectando a su descanso, su ritmo biológico e incluso su productividad, ya que muchas personas sienten que se hace oscuro demasiado pronto.

Este cambio de hora no es exclusivo de España. Todos los países que forman parte de la Unión Europea implementan esta modificación de forma simultánea en la misma fecha. No obstante, en los últimos años, esta práctica ha sido objeto de un creciente debate, y cada vez son más las voces que se alzan en contra de mantener los dos cambios de horario que tienen lugar cada año, a la primavera y al otoño. En el 2018, la Comisión Europea propuso eliminar el cambio de hora, sugiriendo que los países de la UE adoptarán un único horario, ya sea de verano o de invierno, de manera permanente. Esta propuesta se basaba en estudios que mostraban que el cambio de hora tiene efectos negativos sobre la salud y el bienestar de las personas, así como sobre la productividad.

A pesar de esta iniciativa, el Consejo Europeo no ha tomado ninguna decisión definitiva al respecto. Según se explica a su web oficial, no se ha adoptado ninguna decisión definitiva sobre este asunto y no se ha establecido ningún plazo para tomar la mencionada decisión, lo que implica que el sistema actual de cambios de hora se mantendrá vigente de momento. Eso ha generado cierta incertidumbre sobre el futuro de esta medida, pero hoy por hoy, seguiremos ajustando nuestros relojes dos veces al año.

En España, el marco legal que regula este cambio es el Real Decreto 236/2002, que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado en  2022. Este decreto establece el calendario de fechas por al inicio y final del horario de verano para un periodo de cinco años, lo que asegura que, al menos hasta 2026, no habrá cambios en esta práctica.

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