Estafan a una compañía telefónica y a clientes, que compraban móviles sin saberlo

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 1 de septiembre a dos hombres, de 30 y 62 años, de nacionalidad rumana y española, ambos vecinos de Lérida, como presuntos autores de un delito de estafa. Se les acusa de comprar de manera fraudulenta 133 terminales de alta gama, utilizando datos de clientes reales de varios puntos del Estado de una compañía telefónica para realizar las compras a través de Internet. Al principio de verano, un representante de la operadora de telefonía móvil afectada denunció que habían sido víctimas de 74 compras fraudulentas de teléfonos de alta gama. Mientras los agentes continuaban con la investigación, se recibió una ampliación de la denuncia inicial con 59 teléfonos más, sumando en total un perjuicio económico superior a los 89.000 euros.

Para realizar la compra, los autores de la estafa utilizaban los datos de los clientes, incluida la llave de paso a su perfil. Una vez entraban en la web realizaban la compra a plazos de uno de los terminales de mayor precio. El hecho de escoger la opción a plazos hacía que muchos de los clientes no se dieran cuenta de la transacción hasta pasados unos meses.

Además, los estafadores añadían o modificaban la dirección de entrega introduciendo direcciones con numeraciones de calle inexistentes. Resultó que todas las entregas, realizadas por la misma compañía de transportes, se habían realizado en el eje de la N-230 desde Lérida hasta Bossòst (Valle de Arán). Además, todos los teléfonos quedaban como librados pero ninguno de ellos había sido registrado con su IMEI en la red del estado español.

Los Mossos abrieron una investigación y determinaron que todos los terminales habían sido entregados por el mismo repartidor, un vecino de Lérida de 62 años de edad. Todo apuntaba que el repartidor sería conocedor de los hechos y estaría conxorxat con el comprador vía web, ya que las dirigen eran erróneas y aun así los entregaba sin reportar ninguna incidencia. Además, tendría que haber comprobado el DNI de los clientes reales, cosa que no era posible, apuntan a los Mossos.

Los investigadores constataron que la mayor parte de las conexiones en la web se habían realizado desde un domicilio de la Avenida de Valencia de Lérida. Los agentes vigilaron el piso y averiguaron la identidad del presunto autor de las compras, un hombre de 30 años de origen rumano.

Una vez se tuvieron indicios suficientes, a primera hora de la mañana del pasado 1 de septiembre los agentes detuvieron a las dos personas en sus respectivos domicilios. En comisaría, el trabajador de la empresa de transportes reconoció los hechos y explicó que había sido coaccionado y amenazado por un grupo de personas de origen rumano para realizar las entregas. A pesar de las amenazas, desde mediados de este año dejó de colaborar y, por este motivo, sufrió daños en su furgoneta como represalia. Este detenido quedó en libertad después de declarar en la comisaría con la obligatoriedad en comparecer ante el juez cuando sea requerido.

El mismo día se realizó una entrada y perquisición al domicilio del principal beneficiario de la estafa, situado en la avenida de Valencia, donde se encontró dos cajas de teléfonos vacías, que posteriormente la operadora de telefonía confirmó que eran de los denunciados, y un portátil, con el cual presuntamente se habían realizado las transacciones y que contendría registros de clientes y sus llaves de acceso. Este detenido pasó a disposición judicial el sábado, 3 de junio, y la autoridad judicial decretó la libertad con cargos.

La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones ya que, todo apunta, los detenidos formarían parte de un grupo organizado que se dedicaría a comprar ilegalmente teléfonos móviles para venderlos al extranjero|en el extranjero. Los datos reales de los clientes, básico para iniciar la estafa, las obtendrían gracias a la colaboración de algún trabajador de un centro de atención al cliente|centro del cliente situado fuera del estado español.