Suspendidos excepcionalmente los permisos colectivos de cremas agrícolas por el alto riesgo de incendio

El elevado riesgo de incendio y la sequía extrema acumulada durante los últimos meses, especialmente en las Tierras del Ebro y en Poniente, han llevado al Departamento de Agricultura a suspender, de forma excepcional, el régimen de autorizaciones para cremas agrícolas colectivas en terrenos forestales o dentro de la franja de 500 metros que les rodea. Habitualmente, y una vezpasados los meses más complicados del verano durante los cuales se suele mantener al prohibición de hacer fuego, los interesados pueden solicitar el permiso a partir del 15 de septiembre y, a desde el 15 de octubre, sólo se requiere la comunicación. Este año, sin embargo, las condiciones climáticas y del terreno, han desaconsejado mantener este calendario. «Hemos tenido un verano muy seco y arrastramos un déficit de lluvias del pasado otoño», ha recordado el inspector y jefe del Cuerpo de Agentes Rurales en las Tierras del Ebro, Miquel Àngel Garcia. La vegetación seca y los posibles episodios de viento han disparado el riesgo de posibles incendios forestales, incluso, durante el otoño.

Todo y que a partir del nivel dos del planAlfa -activado este viernes en las comarcas del Priorat, la Ribera de Ebro y la Terra Alta- ya supone automáticamente la suspensión de los permisos de crema, Agricultura ha decidido este año implementar previamente esta medida preventiva en todo el país de forma adicional y excepcional, según han confirmado fuentes del Departamento. Eso supone que no se pueden tramitar los habituales permisos colectivos para cremas agrícolas, una tarea que se delega a través a los ayuntamientos. El Departamento únicamente prevé otorgar autorizaciones individuales para casos «urgentes, muy justificados y con bastantes medidas de seguridad».

Con las campañas agrícolas de la viña o la almendra en marcha, principalmente a las zonas de poniente y del sur del país, el mes de septiembre no está la época más habitual para las cremas en los campos próximos a las zonas forestales. Las cremas colectivas, en concreto, se refieren, principalmente, en aquellas que de forma general se efectúan periódicamente para eliminar restos de poda, ramas u hojarasca. Sin embargo, sin embargo, Garcia apunta que el número de solicitudes en este sentido es lo bastante «significativo» y recuerda la necesidad de extremar al máximo las medidas de prevención, especialmente en el caso de las Tierras del Ebro.

«Tenemos sobre todo la Ribera de Ebro y la Terra Alta, también otras zonas del Baix Ebre y el Montsià, con vegetación que muere: almendro, carrascas o matorrales. El combustible forestal está en una situación muy mala y, por lo tanto, cualquier pequeño incendio encontraría combustible en condiciones quemar de forma muy virulenta. Si, además, añadimos que entramos en una época en la cual están muchos típico los episodios de viento de mistral, podemos encontrar días con un riesgo realmente extremo», valora al responsable de los Agentes Rurales sobre la situación actual.

Los responsables de prevención confían en que, finalmente, las lluvias lleguen de forma generalizada, particularmente en los territorios donde la sequía está haciendo más estragos y la vegetación está sufriendo más. Eso podría permitir revertir esta situación, recuerdan. De hecho, de acuerdo con la normativa vigente, a partir del 15 de octubre –y hasta el 15 de marzo siguiente-, las cremas en estos espacios ya no requerirán autorización, sino, la simple comunicación en el respectivo ayuntamiento. En estos momentos, sin embargo, nadie se atreve a descartar de forma tajante que estas prevenciones sobre las cremas se prolonguen más allá. «La experiencia de estos últimos años nos dice que el riesgo de incendio se ensancha por detrás, para el otoño. Hace un par de años hubo un noviembre con un riesgo muy elevado que obligó llegar el nivel extremo de riesgo. Podría ser que estas medidas se alargaran más allá del 15 de octubre si las condiciones no mejoran», valla Garcia.