El presidente estatal de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, ha dado las gracias al presidente del Gobierno, Carles Puigdemont, el vicepresidente, Oriol Junqueras, y la CUP, que «hayan unido todos los españoles». En un contacto con la prensa desde Vía Layetana, durante la manifestación españolista convocada por Sociedad Civil Catalana (SCC) este domingo al mediodía, Rivera ha asegurado que el Gobierno y los cupaires no pasarán a la historia para romper España -ya que, según él, no lo conseguirán-, sino por haber hecho darse cuenta a todos los españoles que el nacionalismo se podría «cargar» el Estado. A su vez, el líder del PPC, Xavier García Albiol, ha asegurado que si Puigdemont declara la independencia martes que viene, la respuesta del presidente español, Mariano Rajoy, estará «a la altura» de la situación. Finalmente, el vicepresidente de SCC José Domingo ha pedido al Gobierno que haga «marcha atrás» para que «nada no el amparo» para declarar la independencia.
Domingo también ha cargado contra la frase «las calles serán siempre nuestros», que ha resonado sobre todo las últimas semanas porlas movilizaciones del soberanismo. Según el dirigente de SCC, la sentencia es «totalitaria e incompatible con la democracia» porque las calles son de toda la ciudadanía. Finalmente, ha aseverado que habrá «uno antes y después» de esta manifestación que ha reunido decenas de miles de personas en Barcelona, algunas venidas de todo el Estado.
A su vez, la jefa de filas de Cs en Cataluña, Inés Arrimadas, ha proclamado que este domingo es el día de la «mayoría silenciosa» despreciada por el Gobierno. Además, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha dicho que el golpe de estado de la Generalitat tiene que hacer marcha atrás. Por otra parte, la diputada parlamentaria del PPC Andrea Levy ha manifestado que hoy se empieza a conquistar la esperanza» en Cataluña. También ha hablado el exministro socialista Celestino Corbacho, que ha reclamado a Puigdemont que no caiga en el «error» de declarar la independencia, y ha pedido «voluntad de diálogo» dentro de la legalidad y la Constitución española.