El primer ministro del Canadá, Justin Trudeau, ha afirmado que el Canadá reconoce «una España unida». «Entendemos que hay importantes discusiones internas, simplemente hacemos un llamamiento para que estas discusiones tengan lugar de acuerdo con el Estado de derecho, la constitución española y los principios del derecho internacional,» ha añadido preguntado sobre Cataluña durante un acto este viernes. Trudeau también ha pedido que las negociaciones se produzcan de manera «pacifica y no violenta». Por su parte, el primer ministro del Quebec, Philippe Couillard ha señalado que no le corresponde al Quebec «involucrarse en este debate de política o dictar el camino a seguir».
«Creemos que un diálogo político y democrático es esencial para salir de este callejón sin salida», ha dicho Couillard.
México no reconocerá la declaración de independencia. Así lo ha anunciado en un tuit en Twitter el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, que ha pedido también una solución política y pacífica. Su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, ha expresado que quiere «una España unida» y ha señalado que «es eso lo que le conviene a España y al mundo».
En un comunicado difundido el viernes el gobierno de Argentina también rechaza la declaración de independencia proclamada por el Parlamento y anuncia que no la reconoce. El país hace un llamamiento para que se restablezca la legalidad «en el marco de una convivencia pacífica del pueblo español, garantizando la unidad y la integridad territorial de España.» En el texto remarca que España «es un país referente por toda Iberoamérica» y expresa la voluntad seguir «trabajando» por el bienestar de «los dos pueblos».
Por su parte, algunos países europeos también se han expresado en líneas similares. El ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Timo Soini, ha afirmado que el gobierno español tiene «todo su apoyo para restaurar la unidad, la democracia y el Estado de derecho».
También se han pronunciado a favor de España los ministros de Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, y el de Lituania, Linus Linkevicius, en la misma línea que lo hizo lo de Estonia. Rinkevics ha expresado que Letonia no plantea «reconocer la independencia catalana de ninguna manera». Por su parte, Linkevicius ha mostrado su apoyo a la «integridad territorial y la soberanía de España» y ha hecho un llamamiento al diálogo y para buscar una solución dentro del marco constitucional.
Bulgaria también ha pedido respeto por la orden constitucional español. «Damos apoyo a la preservación de la integridad territorial y la soberanía de España», ha expresado el Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha valorado que la declaración de independencia no reúne «las condiciones de legitimidad y viola el Estado de derecho». El ministerio también ha hecho un llamamiento a las autoridades a iniciar un «diálogo constructivo».
Portugal también ha salido a mostrar su apoyo al estado español. El primer ministro del país, António Costa, ha expresado su total «solidaridad» con Madrid «en la defensa del principio constitucional de la unidad de España». En declaraciones a los medios Costa ha pedido «el funcionamiento normal de la orden constitucional» y que se garanticen canales de diálogo «propios». El líder portugués ha recordado también que «ningún país europeo ha reconocido la declaración de independencia».
Por su parte, el Gobierno de Andorra ha emitido un comunicado en el cual destaca que considera que Cataluña «sigue siendo una parte integrante de España» y apela al «diálogo dentro de la normalidad institucional y del marco constitucional» para resolver la situación. «El Gobierno de Andorra considera que la declaración que ha tenido lugar esta tarde en el Parlament de Catalunya no tiene efectividad jurídica», reza el comunicado difundido el viernes. También reafirma la «voluntad» de seguir manteniendo las «buenas relaciones bilaterales con España» y unas buenas relaciones de «vecindad» con Cataluña.