El PSC y los herederos de Unió sellan una alianza electoral para atraer el «catalanismo moderado»

El PSC de Miquel Iceta y Units per Avançar han sellado este miércoles 8 una alianza electoral para atraer el «catalanismo moderado» no independentista, mediante la cual dirigentes del partido heredero de la antigua Unió se integran en la lista socialista, entre ellos Ramon Espadaler y Montserrat Surroca.

El propio Iceta y el presidente de Units per Avançar, Oriol Molins, han presentado el acuerdo en rueda de prensa justo después de una reunión extraordinaria de la ejecutiva del PSC, cuyo consejo nacional tendrá que ratificar este pacto el viernes 17.

Con el título «Aliança pel seny i el catalanisme», la «colaboración electoral y de legislatura» cerrada por las dos formaciones contempla la integración de nombres de Units per Avançar a la candidatura de Miquel Iceta para las elecciones de diciembre.

Así, el PSC cederá dos puestos de salida a Units per Avançar en sus listas para el 21D: el número tres del PSC por Barcelona, que ocupará el exsecretario general de Unió y exconseller de Interior Ramon Espadaler, y el número 2 por Girona, que será para Montserrat Surroca, exportavoz de Unió y exdiputada de CiU al Congreso, según han explicado a EFE fuentes conocedoras del acuerdo.

Tanto el número 3 tanto por Lleida como Tarragona serán también de Units per Avançar, y se incorporarán otros nombres, ya por debajo, en la candidatura por Barcelona. en el caso de Tarragona, donde el PSC conseguió dos diputados, repiten los cabeza de lista, Carles Castillo i la vallense Roma Maria Ibarra.

Además de hacer campaña conjuntamente, el grupo parlamentario que surja pasará a denominarse «Socialistes-Units para Avanzar», y esta última formación tendrá un representante en la dirección del grupo.

El pacto de legislatura sellado explicita que las dos formaciones defienden la «renovación del pacto constitucional» como «garantía de una buena convivencia entre catalanes y entre Cataluña y España», y se comprometen a impulsar las medidas necesarias para «recuperar el autogobierno, dejando sin efecto la aplicación del artículo 155.»

Con respecto a las diferencias ideológicas, se concreta que cada formación podrá votar de manera «diferenciada» en las «votaciones y decisiones parlamentarias relativas a la conciencia personal y ciertos ámbitos programáticos», y se comprometen a mantener el «consenso» sobre la Ley de Educación de Cataluña y a «garantizar el mantenimiento y desarrollo» del sistema sanitario catalán.

En una comparecencia con presencia de miembros de las dos cúpulas -entre ellos Espadaler sentado en primera fila al lado del secretario de Organización del PSC, Salvador Illa-, Molins ha asegurado que el 90% de sus afiliados ha apoyado que la formación se sume a esta «candidatura catalanista», a pesar de las diferencias con el PSC.

«Si Iceta es el futuro president, las posibilidades de pacto se multiplican. Por eso hemos hecho un acuerdo que permite a muchos catalanistas huérfanos de representación política moderada, que tengan una opción en las próximas elecciones,» ha resaltado Molins.

Por ortro lado, Iceta ha calificado el día de «muy importante» después de un acuerdo que, según su opinión, sirve para «proporcionar una esperanza» a aquellos votantes catalanistas no independentistas.

«Si quieres resultados diferentes, no hagas lo de siempre. No nos resignemos a hacer lo de siempre, divididos como siempre», ha dicho. «La severa crisis en Cataluña exige un esfuerzo de reconstrucción, tejer complicidades, dar esperanza de entendimiento entre diferentes y recuperar los valores fundacionales del catalanismo».

Por eso, la alianza busca «reivindicar la transversalidad del catalanismo» y «no es un arreglo por tener dos sitios o dos diputados más, sino para que el país avance desde la unidad», ha dicho Iceta, que ha descartado acuerdos similares con otras fuerzas, más allá de apoyos individuales o colectivos que puedan darse.

El líder del PSC ha elogiado además la «validez» y «generosidad» de Espadaler, tanto por su «capacidad contrastada y experiencia de gobierno» como la suya «apuesta a favor del diálogo y del pacto». «La política catalana estaba más coja sin él», ha dicho Iceta.

Espadaler dejó la cartera de Interior cuando Unió rompió con CDC en junio del 2015, por el giro independentista del Gobierno de Artur Mas, y meses después encabezó la lista de Unió en las elecciones, en las que los democratacristianos no obtuvieron ningún diputado a pesar de recolectar cerca de 100.000 votos.

A partir de entonces, Unió fue precipitándose al vacío, diezmada por las bajas y la pérdida de representación parlamentaria y ahogada por su deuda millonaria, hasta que el pasado mes de marzo Espadaler envió una carta de despido a la militancia en la cual informaba de que el juzgado mercantil había iniciado la liquidación del partido después de constatar que no tiene viabilidad económica.