Puigdemont irá a la prisión de Estremera si es extraditado

El presidente Carles Puigdemont y los dos consellers del Gobierno destituido que están con él en Bruselas, Toni Comín y Lluís Puig, irán a la prisión deEstremera si la justicia belga autoriza la euroorden de arresto ordenada por la Audiencia Nacional española, según el documento que la justicia española ha enviado a la belga y en el cual ha tenido acceso el ACN. En este centro penitenciario ya hay ingresados los consellers destituidos Josep Rull, Jordi Turull, Joaquim Forn, Raül Romeva y Carles Mundó, aparte del vicepresidente Oriol Junqueras. Con respecto a las conselleres Clara Ponsatí y Meritxell Serret, irían a un centro penitenciario de características similares también en Madrid, aunque no se especifica cuál. Las conselleres Dolors Bassa y Meritxell Borràs están en la prisión de Alcalà Meco.

Hay que recordar que la justicia belga, que ha citado este viernes Puigdemont y el resto de consellers, ha pedido información penitenciaria y judicial en la Audiencia Nacional. Entre otros se ha requerido a la jueza Carmen Lamela elementos relacionados con el sistema penitenciario español como el régimen interno de las prisiones o en qué centros ingresarían los procesados si son entregados en las autoridades españolas. También se han solicitado detalles sobre hechos contenidos en la orden de detención europea emitida.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha confirmado este jueves por la tarde que la información ya se ha enviado. En declaraciones a los medios Zoido ha afirmado que España es «un Estado de Derecho desde hace muchos años» y que nadie en Europa «les dará lecciones» sobre esta materia. En este sentido ha subrayado que la división de poderes es «una realidad» y es «ejemplar», igual que a su parecer lo es la independencia judicial.

En el texto, que firma el Ministerio del Interior, se especifica que «las circunstancias» de la detención del presidente y los consellers «respetarían escrupulosamente» los convenios europeos e internacionales suscritos por España. Además se acuerda de que Puigdemont y su Gobierno han gestionado las prisiones en Cataluña hasta que han sido destituidos. Por eso, afirma Interior, «no parece comprensible que se intente proyectar sospechas sobre las condiciones de internamiento en España para personas que han gestionado las prisiones en Cataluña, con los mismos estándares legales y elementos materiales».

También se describen las características de la prisión d'Estremera, Madrid VII, que responden, según se dice, «al penitenciarismo más adelantado». También se dice, en respuesta a una de las preguntas de la justicia belga, que las celdas tienen once metros cuadrados y que son pensadas para meter a dos presos. También se especifica que se podría «garantizar» la estancia en una celda individual, excepto prescripción facultativa. Las celdas incluyen una ducha y un lavabo, con separación física que garantiza la intimidad del interno. También disponen de conexión para televisión.

Con respecto a la comida, el menú diario se compone de un desayuno, la comida y la cena. La alimentación de los presos está sometida al control sanitario correspondiente y responde en cantidad y calidad «a las exigencias dietéticas de la población penitenciaria y a las especificidades de la edad, la salud, el trabajo, el clima y las costumbres y, en la medida del posible, a las convicciones personales y religiosas».

También se describen, a preguntas de la justicia belga, los equipamientos que incorporan las prisiones para el ocio y el ejercicio de los internos. Y se especifica que las celdas de aislamiento se prevén sólo para casos de incidentes violentos especialmente graves contra el personal funcionario o contra otros internos. Este internamiento, se explica, tiene que ser supervisado por el servicio médico, autorizado por el director de la prisión y tiene que ser comunicado «inmediatamente» al juez de vigilancia penitenciaria.

Aparte, los internos tienen «garantizada» la asistencia sanitaria de atención primaria y que la prisión dispone de una enfermería para practicarla.

Con respecto a las comunicaciones, los internos pueden comunicarse 40 minutos a la semana con familiares y amigos a través de los locutorios. Pueden hacer 10 llamadas semanales a familiares y amigos. Sacan celebrar comunicaciones íntimas con los cónyuges con duración mínima de una hora y máxima de tres una vez en el mes, y visitas familiares y de convivencia una vez al trimestre con una duración máxima de seis horas. Estas comunicaciones y visitas se hacen en locales «adecuados» sin ninguna barrera física entre los comunicantes.

En el ámbito de la defensa legal, los internos tienen «garantizado» el derecho y pueden acceder a los abogados defensores, o expresamente llamados «en cualquier momento» de la jornada regimental y por el espacio de tiempo «que necesiten».

Otros puntos que se desgranan hacen referencia a la manera de evitar la violencia dentro de la prisión, o en la población que hay (1.214 celdas y 1.071 internos). En este punto concreto, el Ministerio del Interior afirma que la Administración Penitenciaria estaría «en condiciones de garantizar» la ubicación en una celda individual «de cualquiera de las personas» a las cuales se refiere la justicia belga «si lo solicitan», excepto por prescripción facultativa «si entraran en un programa de prevención de suicidios».

El documento va acompañado de varias fotografías que muestran detalles de la instalación penitenciaria, como las celdas, las aulas de enseñanza, el consultorio médico, la enfermería, la habitación de comunicaciones íntimas, los locutorios, la sala de espera de las visitas, el salón de actos, el polideportivo, el gimnasio, el comedor, la piscina, la sala de estar o el taller ocupacional.