La justicia belga cierra oficialmente el caso de la euroorden de detención de Puigdemont y los consellers destituidos
La vista de este jueves ha sido un trámite a puerta cerrada y de pocos minutos de duración
La justicia belga ha dado este jueves por cerrado el caso de la euroorden de detención del presidente Carles Puigdemont y los consellers destituidos Lluís Puig, Clara Ponsatí, Meritxell Serret y Toni Comín, después de que el Tribunal Supremo retirara las cinco órdenes europeas de detención contra ellos.
El juez belga que instruía el caso lo ha archivado después de una audiencia a puerta cerrada y de pocos minutos de duración a la cual han asistido algunos de los abogados de la defensa. Eso supone que, de forma oficial, las medidas cautelares impuestas por la justicia belga quedan anuladas y que Puigdemont y los consellers ya pueden, si lo quieren, marcharse de Bélgica. Con todo, el orden de detención en el estado español continúa vigente, hecho que podría suponer su arresto si pisan territorio español.
Este jueves es el día que la justicia belga marcó para comunicar la decisión sobre la petición de extradición de Puigdemont y los consellers que están con él en Bruselas. La retirada de la euroorden, sin embargo, ha paralizado el proceso judicial en Bélgica, ahora ya oficialmente cerrado.
Las medidas cautelares impuestas al principio de la instrucción por el juez belga dejaron de estar en vigor de facto el 5 de diciembre, día en que la fiscalía de Bruselas confirmó que había recibido la retirada de la orden de detención europea por parte de la justicia española. Con todo, el ministerio fiscal de Bruselas anunció entonces que hacía falta formalmente que el presidente de la Cámara del Consejo fijara una audiencia en una fecha ulterior para que la fiscalía notificara la decisión del Tribunal Supremo al juez belga y este constatara que el caso «ya no es aplicable».
Según especificó la fiscalía en aquel momento era importante el «carácter definitivo» de la decisión de retirar la euroorden. La audiencia ha durado pocos minutos, se ha hecho a puerta cerrada y sólo ha contado con algunos de los abogados de la defensa. Por el contrario, Puigdemont y los consellers destituidos han optado por no asistir, una opción en la cual tenían derecho.