Descenso de las ventas de la lotería de Navidad por el contexto político

Las administraciones de lotería prevén que la lotería de Navidad, que se sorteará el viernes, acabará este año con una bajada de las ventas, que atribuyen sobre todo a la tensión política vivida en los últimos meses. Algunas administraciones constatan que la caída podría llegar al 30%, como es el caso del Cau del Drac de Vic, o incluso el 50%, como en Mollerussa, mientras que otros, como Gat Negre, en Barcelona, prevén una disminución más ligera, entre el 5 y el 10%. Algunos de los vendedores identifican el boicot en contra de una rifa que se identifica con el estado español como la causa de este descenso y muchos han notado una bajada de las participaciones en empresas y entidades. La actualidad política también se ha hecho notar en las terminaciones más buscadas y los números que contienen el 155 han tenido una gran demanda.

Teo Baró, cuarta generación de la administración Gat Negre de Barcelona, calcula que las ventas de la lotería de Navidad habrán disminuido este año entre un 5 y un 10% con respecto al anterior y lo atribuye sobre todo al «paro comercial» de octubre por la situación política que se vivió. El responsable de la administración número 44 de Barcelona afirma que el mes de octubre, cuando «normalmente empieza a reavivar el espíritu navideño», hubo «poco movimiento comercial en general» con las calles «más vacías que de costumbre», y es cuando más notaron la caída de las ventas. Baró, sin embargo, considera que el llamamiento al boicot a la lotería de Navidad no se ha notado demasiado.

A pesar de la caída de las ventas de octubre, Baró señala que la campaña «ha tenido éxito en los momentos más fuertes, que son la primera semana de diciembre y por el puente de la Constitución e Immaculada». La administración situada en el número 1 de la calle de Pelai registra algunas colas de compradores estos últimos días. «Cuanto más se acerca el día de la rifa, más excitación hay en el ambiente», resalta el responsable de la emblemática administración, que apunta, sin embargo, que las ventas de estas últimas horas ya no revertirán la disminución prevista.

Los números acabados en 17 han sido algunos de los más buscados; en este sentido, Baró subraya que las terminaciones del año que se acaba «siempre funcionan». Muchos también han relacionado este número con los atentados que sufrieron Barcelona y Cambrils, el 17 de agosto y la madrugada del 18. «Mucha gente se mueve por signos opuestos y creen que un número asociado a una desgracia les puede traer suerte», señala Baró.

Con respecto a números que se podrían relacionar con la convulsión política de los últimos meses, Baró explica que las líneas telefónicas se colapsaron cuando pusieron en venta una serie del número 00155. El responsable de Gat Negre dice que este número ha despertado «debilidad», pero tanto por compradores que se mostraban partidarios de la aplicación del artículo 155 de la Constitución española como por otros que lo rechazaban frontalmente. La dinámica de los signos opuestos. También han tenido éxito los números acabados en 10 y en 14, que ya hace tiempo que ha ocurrido un clásico conmemorativo.

Descenso en Tarragona, donde nunca ha tocado la grande

En la demarcación de Tarragona, una de las pocas regiones del Estado donde nunca ha tocado el Gordo de Navidad, las ventas para el sorteo han caído notablemente. Si algunos tarraconenses ya tienen poca motivación por el hecho de ser de los territorios más desafortunados en este sorteo, este año se ha añadido la relación Cataluña-España que ha hecho desplomar una facturación cuando, por otra parte, el año pasado alcanzó cifras históricas. En una de las administraciones más céntricas de Tarragona, en la Baixada de Misericòrdia, calculan que las ventas han caído un 30%. La administradora Maria Dolors Font atribuye el descenso sobre todo a los grupos y peñas que se han borrado, como la Mulassa, los Diables o los Nens de Tarragona.

En Reus, a la concurrida administración de lotería de la Pastoreta, también muchas asociaciones este año han dejado de hacer talonarios, mientras otros han devuelto bastante lotería. Las participaciones les representan un 30% de las ventas. Pero Òscar Bausà, el administrador, no cree que las entidades que han querido hacer «boicot» se hayan asomado en masa a la Grossa de Cap d'any «Por el tema de los talonarios no es tan factible, resulta más complicado distribuir», apunta. En su administración las ventas también han descendido, si bien cree que la bajada acabará siendo del 15%. También en Tarragona los números acabados en 155 son los que han arrasado. «Ahora nos llaman de todas partes por un número que nos empieza en 155», dice Bausà.

Con todo, el problema ancestral en Tarragona, que influye en los menos convencidos de comprar lotería, es que cada año pasa de largo. Es por eso que algunos prefieren adquirir en otros lugares. «Pero si no se vende lotería a Tarragona, no nos tocará nunca», se lamenta Font.