Maragall abre la sesión constitutiva del Parlament homenajeando a los diputados presos y los que están en Bruselas
El presidente de la Mesa de Edad acusa al Estado de «no querer saber nada de reconciliación», de «no saber ganar» y de querer sólo «derrotar, imponer, humillar y castigar» en Cataluña
El presidente de la Mesa de Edad del Parlament, el exconseller y diputado de ERC Ernest Maragall, ha abierto la sesión constitutiva de la nueva cámara catalana homenajeando los diputados independentistas presos Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sánchez, y los miembros cesados del Gobierno que están en Bruselas, Carles Puigdemont, Clara Ponsetí, Lluís Puig, Meritxell Serret y Antoni Comín. «Ellos tendrían que estar aquí», ha dicho, recordando que esta es la primera vez que una sesión constitutiva tiene lugar con la bancada del Gobierno vacía. «Incluso en el año 1980 Josep Tarradellas presidió la sesión como presidente d ela Generalitat», ha dicho. Y es que Maragall ha criticado el Estado para provocar las elecciones «el exilio, la prisión y la destitución del Gobierno, y aplicar el artículo 155 de la Constitución». Para el republicano, el Estado «no quiere saber nada de reconciliación ni de soberanías compartidas», «no sabe ganar» y de vuelo sólo «derrotar, imponer, humillar y castigar» en Cataluña.
La mayor parte del discurso de Maragall al inicio de la sesión ha girado en torno a la situación política actual, los efectos del 155, la actitud del gobierno español y el estado del Gobierno de la Generalitat. Así, el diputado de ERC, flanqueado por los diputados más jóvenes –también de ERC- Gerard Gómez del Moral y Rut Ribas, ha empezado lamentando no poder dar los buenos días ni al presidente de la Generalitat ni a los miembros del Gobierno, que no se sientan en el sitio que les» correspondería. «Unos están prisioneros, otros en el exilio y otros destituidos», ha añadido.
En este sentido, ha avisado de que su discurso venía «más del corazón que de la cabeza». «Siento una acumulación de indignación por las agresiones que cada día vivimos, y una suma de razones» que hacen «mayor» esta «Cataluña que no se rinde ni se resigna, que quiere seguir construyendo el país libre y justo».
Maragall ha reconocido que si no fuera por la aplicación del 155 «no estaría aquí» y estaría fuera de la política activa ahora mismo. «Pero quien tendría que estar aquí hoy son los que no están, el presidente Puigdemont, el vicepresidente Junqueras, y los consellers. Y tendríamos que estar haciendo un debate sobre la mesa de diálogo entre todos nosotros y la representación del Estado para evaluar la situación salida del 1-O y para abrir vías democráticas de verificación del mandato de los catalanes. Una normalidad en la que no renunciamos ni renunciaremos», ha sentenciado, llamando a los miembros del ejecutivo por su cargo previo al cese.
Por último, ha asegurado que de todo lo que ha pasado últimamente, los catalanes «han aprendido, saben medir las acciones del Estado y saben qué pueden esperar y qué no de Europa». Sin embargo, ha apuntado a la voluntad independentista de la mayoría de diputados para afirmar que «el voto del 21-D se la confirmación del 1-O, y un buen mapa de la sociedad catalana de hoy, diversa y compleja». Para acabar, ha pedido a los diputados «resistencia e intel·ligencia». «La que hará falta para ganar la libertad de Junqueras, Sánchez y Forn, y acelerar el retorno de los exiliados. Este país será siempre nuestro. Viva Cataluña», ha concluido.