Puigdemont no descarta asistir a la investidura

Carles Puigdemont no descarta asistir presencialmente al Parlament de Catalunya para la sesión de investidura. Así lo ha asegurado durante una breve atención a los medios que ha ofrecido desde el Parlamento de Dinamarca, después de reunirse con un grupo de diputados del país. Al ser preguntado por sus intenciones y por la marcha atrás en la petición de la delegación del voto, Puigdemont se ha limitado a explicar que «no descarta nada», sin dar más detalles al respecto. En este sentido, ha considerado que su retorno a Cataluña como presidente y sin ser detenido sería «la señal más clara de restitución democrática» en España y en Cataluña. Es por|para eso que ha pedido al gobierno español que «contribuya a hacer posible» la suya volviera sin embargo «con seguridad y tranquilidad». Por otra parte, ha tildado de «delirantes» los argumentos del juez para rechazar la activación de la euroorden, y ha pedido al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que «no especule ni refuerce las fronteras» por él.

El segundo piso del Parlamento de Dinamarca se ha llenado este martes de periodistas como, según aseguran los trabajadores de la casa, hacía años que no pasaba. Y es que las declaraciones de Puigdemont después de la reunión eran las únicas que el presidente cesado pensaba hacer para la prensa en su estancia en Copenhague. Del encuentro con los diputados, ha asegurado sentirse muy contento para poder mantener «un diálogo libre, franco e interesante» que, según ha denunciado, «no podría mantener en el Parlament de Catalunya porque sería inmediatamente detenido».

En este sentido, ha lamentado la situación actual y ha querido remarcar que su «objetivo en los próximos días será contribuir a que estén las condiciones para la restauración democrática» en Cataluña. Y es que Puigdemont cree que eso puede llegar si se garantiza su retorno sin ser detenido. «La mejor manera de contribuir a la solución política del conflicto es respetar el resultado de las urnas y de la decisión del Parlamento. Se convocaron las elecciones y se dio mensaje muy claro. El Parlamento tiene el derecho y el deber de tomar decisiones desde el respeto al mandato democrático. Qué señal más clara de restauración democrática y para empezar a avanzar que el hecho de que yo pudiera retornar con seguridad y tranquilidad a hacer lo que quiere la mayoría, un debate donde si un candidato tiene la mayoría pueda actuar libremente sin amenazas como presidente», ha sentenciado.

Y es que Puigdemont ha dejado la puerta abierta a poder asistir presencialmente a la sesión de investidura ahora que ha renunciado a pedir la delegación del voto. «Yo no descarto nada y no tenemos que descartar nada. Mi obligación es trabajar por la restauración democrática, y la mejor señal es que yo esté presente en el debate de investidura. Por eso invito a todo el mundo a contribuir a hacerlo posible, empezando por las autoridades españolas», ha añadido.

El argumento «delirante» del juez con la euroorden

Preguntado por sus intenciones con el viaje a Dinamarca y por el rechazo del Tribunal Supremo a la petición del fiscal de reactivar la euroorden de detención, Puigdemont ha criticado que el juez asegure que él buscaba la actuación en contra suya. «Estoy sorprendido por la argumentación del juez, que dice que no detendrá a alguien a quien considera a un peligroso criminal porque cree que quiere ser detenido. Es muy delirante. Es sorprendente la argumentación», ha sentenciado.

Por último, ante las declaraciones de Zoido anunciando planes para impedir el paso de Puigdemont por las fronteras españolas, el presidente cesado ha pedido que «no hace falta que nadie refuerce fronteras ni especule». «Hablamos de cómo se puede respetar mejor la voluntad de los catalanes. Y qué mejor que un debate de investidura hecho con normalidad, con los presos fuera de la prisión y los exiliados fuera del exilio», ha dicho, afirmando que este tendría que ser un «deseo no sólo de una parte del Parlamento sino de todos los demócratas». Para Puigdemont, «sería un primer paso, un primer esgraó para la restauración democrática y que nos tendría que invitar al necesario e imprescindible proceso de diálogo y de negociación con las autoridades españolas».