La reunión de Torrent con los grupos parlamentarios acaba sin acuerdo sobre la fecha de la sesión de investidura
ERC pide que el pleno empiece el martes 30 pero JxCat prefiere el miércoles 31, mientras que la CUP, Cs, PSC y PPC no tienen ninguna preferencia
La reunión del presidente del Parlament, Roger Torrent, con representantes de los grupos parlamentarios para preparar la sesión de investidura ha acabado sin acuerdo sobre la fecha del pleno. Así lo han explicado fuentes parlamentarias conocedoras del encuentro, que se ha celebrado este jueves por la mañana. Se prevé, sin embargo, que Torrent anuncie a lo largo de este jueves la fecha de la sesión plenaria. Al acabar la reunión, fuentes del PPC han explicado que han pedido al presidente de la cámara que convoque el pleno con al menos 48 horas de antelación. A su vez, el PSC ha explicado que Torrent ha asegurado que la sesión tendrá lugar con plena normalidad, de manera que los socialistas entienden que el candidato a presidir a la Generalitat, Carles Puigdemont, asistirá al Parlament. Finalmente, desde Cs han reclamado una sesión de acuerdo con el reglamento, escenario que entienden que pase, también, por una investidura presencial.
El presidente del Parlament propuso el lunes al líder de JxCat, Carles Puigdemont, como candidato a la presidencia de la Generalitat después de la ronda de encuentros con todos los grupos. Según el reglamento del Parlament, el debate de investidura del candidato a presidir a la Generalitat -en este caso, Puigdemont- y la primera votación tienen que tener lugar dentro de los 10 días siguientes en la constitución de la cámara. El Parlament se constituyó el 17 de enero, de manera que la decena de días hábiles concluye el 31 de este mismo mes.
La Mesa todavía no ha abordado la posibilidad de una sesión de investidura a distancia de Puigdemont y tampoco si acepta la petición de delegación del voto de los diputados en Bruselas excepto la del propio candidato, que este martes retiró su solicitud. Ahora hay siete diputados que están en la prisión o en Bruselas teniendo en cuenta que el conseller destituido Joaquim Forn decidió renunciar al acta de diputado para facilitar la estrategia de defensa y poder salir de la prisión.
JxCat quiere investir Puigdemont en la primera votación, es decir, por mayoría absoluta (68 votos a favor). Hay que recordar que entre JxCat, ERC y la CUP suman 70 escaños. Si en la primera votación no se alcanza la mayoría absoluta necesaria hay que repetir la votación en las 48 horas posteriores, donde se necesita mayoría simple, es decir, que habría lo suficiente al obtener más votos a favor que en contra. Si Puigdemont no alcanzara tampoco la mayoría simple se abriría un plazo de dos meses para seguir intentándolo.
En este escenario, y para poder convocar otro debate de investidura, Torrent tendría que hacer una nueva ronda de consultas con los grupos y volver a proponer un candidato, que podrá ser el propio Puigdemont o uno nuevo. Si se agota este plazo, se disuelve automáticamente el Parlament y se convocan nuevas elecciones de manera inmediata, para que se puedan hacer 54 días después de la convocatoria. Este supuesto no se ha dado nunca desde el restablecimiento del Parlament.
Los presidentes de la Generalitat desde 1980 han sido Jordi Pujol (1980-2003), Pasqual Maragall (2003-2006), José Montilla (2006-2010), Artur Mas (2010-2015) y el propio Puigdemont (2016-2017). En todos los casos fueron elegidos en primera votación, excepto tres veces: Pujol en 1980 y en 1995, y Mas en el 2010.
Puigdemont y la investidura presencial
Torrent se reunió ayer con Puigdemont en Bruselas, y explicó que durante el encuentro va trasladado al candidato de JxCat –con el apoyo también de ERC- que «lo que conviene al país y el que se tiene que contribuir a intentar provocar es que haya un Gobierno el más rápidamente posible, que sea un Gobierno efectivo, que pueda trabajar desde el minuto uno y recuperar así las instituciones de las manos del 155 para devolverlas a la ciudadanía». En declaraciones en la prensa después del encuentro, Torrent insistió en que su voluntad es afrontar el debate de investidura «con total normalidad democrática» y que mantiene Puigdemont como «candidato oficial». «Puigdemont tiene todos los derechos, como cualquier otro diputado, a ser investido», ha dicho, sin querer entrar a detallar el método que autorizará para hacerlo posible.
Por su parte, Puigdemont también va forro hacer declaraciones para reiterar su exigencia en el gobierno español para que «retire todos los elementos que impiden» su presencia a la investidura. Igualmente, ha querido avisar de que no aceptará «el chantaje del 155». El candidato a la presidencia de la Generalitat sostiene que la investidura ideal es la presencial, y ni él ni JxCat cierran la puerta para que finalmente asista al Parlament el día del pleno, a pesar de la orden de detención que hay encima suyo en territorio español. Eso sí, Puigdemont siempre ha reiterado que sólo volverá a Cataluña si tiene garantías que no se lo detendrá, y ha dejado claro que es preferible gobernar a la Generalitat desde el «exilio» que desde la prisión.