Sànchez dice que tiene mensajes con el gobierno español que no hacían prever la violencia policial del 1-O
El expresidente de la ANC lo definió «como lo peor que ha pasado en Cataluña los últimos años»
El expresidente de la Asssemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez aseguró el pasado 11 de enero ante el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena que dispone de mensajes privados con representantes del gobierno español que no hacían prever la violencia policial del referéndum del pasado 1 de octubre, según los audios de la declaración que publica este miércoles la edición digital de 'La Vanguardia'. En estas comunicaciones, que Sànchez ofreció al juez, se preveía en todo caso que hubiera algún «altercado» o «alguna tensión» pero «no lo que pasó el 1-O» y que definió «como lo peor que ha pasado en Cataluña en los últimos años». «El propio auto de la jueza hablaba del principio de oportunidad, proporcionalidad, que es el principio que rige de acuerdo con la Ley de fuerzas de seguridad del Estado cualquier actuación policial», declaró al expresidente de l'ANC.
Por otra parte, Sànchez señala que sabía que el referéndum era un «acto ilegal» y reconoció que su error «fue pensar que como ya pasó en la consulta del 9-N había una prohibición que haría que este acto definido como referéndum no tendría unas consecuencias legales y habría una acción proporcionada, una acción de oportunidad de los cuerpos y fuerzas de seguridad que lo único que garantizarían es que no habría incidentes».
El expresidente de la ANC también comentó al juez que la declaración de independencia no tuvo «validez» porque no se llegó a publicar, en la línea del qué también declaró la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell. Además, Jordi Sànchez también quiso dejar claro que no es partidario de la DUI, una opinión que, insiste, mantiene desde que se hizo cargo de la entidad y no desde que está ingresado en Soto del Real.
Sobre los hechos del 20 de septiembre ante el Departamento de Economía, Sànchez insistió en que la movilización era pacífica y que los coches los empezaron a estropear a los periodistas, que se subieron para captar imágenes de la concentración, y que tanto él como Cuixart subieron en torno a la medianoche para pedir a los manifestantes que se marcharan.