La relación del CNI con el imán de Ripoll y el supuesto aviso de la CIA, incógnitas de los atentados medio año después

Los atentados en Barcelona y Cambrils de hace medio año tienen todavía algunas incógnitas por resolver. La mayoría de los terroristas que formaron la célula murieron abatidos por los Mossos de Esquadra, incluido el autor material del atropello en la Rambla, mientras dos de ellos están en la prisión por orden de la Audiencia Nacional, y el imán de Ripoll, considerado el cerebro de los atentados, murió en la explosión de la casa de Alcanar. Pero justamente la relación del imán con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) es una de las incógnitas que se mantienen relacionadas con los atentados seis meses después, junto con el supuesto aviso de la CIA a los Mossos de Esquadra sobre un supuesto atentado en la Rambla. Las incógnitas continuarán abiertas durante tiempo, porque de momento ni el Parlamento ni las Corts españolas han debatido a fondo sobre la gestión anterior y posterior a los atentados.

La misma tarde de los atentados, el director de 'El Periódico', Enric Hernández, ya hizo un tuit diciendo que la CIA había alertado hacía meses de la posibilidad de un atentado a la Rambla. La información fue desmentida oficialmente por el Gobierno, pero días después el diario sacó lo que supuestamente era la nota que los servicios secretos norteamericanos habían enviado a los Mossos. La policía catalana negó la veracidad de la nota, pero admitió que el Centro Nacional Antiterrorista de los EE.UU. había dicho a finales de mayo a todos los cuerpos policiales españoles que tenía informaciones no contrastadas sobre un atentado en la Rambla el siguiente verano.

Meses después, a finales de octubre, la policía catalana habría intentado destruir aquellos documentos, pero la policía española los interceptó antes de ser incinerados en Sant Adrià del Besòs.

Según 'El Periódico', la nota de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos hablaba de una «información no corroborada de veracidad desconocida» de finales de 2016 que indicaba que el grupo terrorista tenía planes de atentar en verano contra «emplazamientos turísticos muy contribuidos a Barcelona» y «específicamente en La Rambla». No obstante, los Mossos no le hicieron caso mucho porque era poco fiable y concreto. De hecho, los investigadores creen que los terroristas querían atentado inicialmente en el Camp Nou y la Sagrada Familia con coches cargados de explosivos, y que la opción del atropello masivo en la Rambla y Cambrils fue improvisada cuando explotó la casa de Alcanar y se quedaron sin material explosivo. Además, los EE.UU. nunca ha confirmado oficialmente este aviso.

Comunicación informal con Bélgica

Una polémica similar surgió con un supuesto aviso de la policía belga a la catalana sobre la radicalización del imán de Ripoll. Los Mossos inicialmente negaron rotundamente el hecho, pero más tarde admitieron que un policía local belga había preguntado en marzo del 2016, por vía informal a un sargento de los Mossos del área de análisis, con quién tenía confianza, si tenían referencias o antecedentes penales del imán, ya que Es Satty quería instalarse allí y querían saber sus precedentes. El mosso lo miró y le respondió que el imán estaba empadronado en Ripoll, pero no le constaban antecedentes, y no comunicó nada más a nadie.

No obstante, Es Satty había cumplido cuatro años de prisión por tráfico de drogas en la prisión de Castellón, entre el 2010 y en el 2014 y también fue condenado a medio año de prisión en el 2003 por intentar introducir en España de manera ilegal un ciudadano que viajaba con un pasaporte falsificado. En el correo del sargento catalán se añadió asimismo que un primo de Es Satty, Mostapha, había sido investigado en el marco de la operación 'Chacal', activada después de los atentados de Atocha del 11-M contra una célula juzgada por reclutar terroristas. La sentencia de este juicio fue finalmente invalidada por una absolución del Tribunal Supremo por falta de pruebas. Pero el sargento de los Mossos no explicó a su colega belga, porque nadie de Mossos lo sabía, que en esta operación de la policía española el mismo Abdelbaki también fue investigado y se le'pinchó' el teléfono.

Es Satty llegó al estado en el 2002 y su teléfono ya apareció en algunos de los detenidos por los atentados del 11-M, aunque no fue imputado. Fue en el 2010 cuando fue detenido por tráfico de drogas y encarcelado cuatro años. Al salir, viajó a Bélgica, donde intentó trabajar en una mezquita, pero fue rechazado. Por eso, se trasladó a Ripoll.

Relación con el CNI

Justamente, el CNI admitió informalmente que tuvo contactos con Abdelbaki Es Satty, mientras estuvo ingresado en la prisión de Castellón por un delito de tráfico de drogas y actuó como confidente. Se Satty permaneció en el centro penitenciario entre el 2010 y el 2014, aunque se desconoce si los servicios secretos españoles mantuvieron contacto durante estos cuatro años y si Abdelbaki Es Satty recibió alguna remuneración a cambio. Por otra parte, fuentes del CNI han apuntado que es una práctica habitual cuando las fuerzas policiales detectan algún indicio relacionado con el terrorismo yihadista.

El director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, pidió en noviembre comparecer en el Congreso de los Diputados para aclarar esta relación a puerta cerrada a la Comisión de Despeses Reservades, pero todavía no se ha hecho esta comparecencia. El resultado de las comparecencias de la Comisión de Fons Reservats se tienen que mantener en secreto por ley.

En todo eso, se suma que la situación política ha impedido que el Parlament de Catalunya creara ninguna comisión de investigación sobre los atentados, e incluso que el consejero de Interior del momento, Joaquim Forn, compareciera en la cámara. El Congreso de Diputados rechazó este martes, con los votos del PP, PSOE, ERC, PDeCat, PNV y el resto del Mixto y la abstención de Podem, una iniciativa de Cs para la creación de una comisión de investigación sobre supuestos errores policiales en relación a los atentados.

El grupo de Albert Rivera sostiene que hay «dudas» sobre «las comunicaciones y avisos que la inteligencia de los EE.UU. hizo llegar a la Generalitat» y sobre el nivel de coordinación entre las policías españolas y los Mossos, y «la opinión pública tiene la aspiración legítima de saber si el proceso independentista de Cataluña ha podido afectar negativamente a la coordinación entre cuerpos y la gestión de la lucha antiterrorista». La iniciativa ponía el acento también en la relación entre el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, y el CNI. Los grupos acusaron a Cs de buscar un «espectáculo» mediante la «demagogia» y argumentos «simplistas» por motivos electoralistas, en una iniciativa que «no mira a las víctimas» sino que sólo busca «desgastar al adversario político».

Investigación policial y judicial

Poco rato después del atropello mortal en la Rambla ya se hicieron las primeras detenciones. Driss Oukabir se entregó la misma tarde a los Mossos y admitió haber alquilado la furgoneta de la Rambla, aunque dijo que pensaba que era para una mudanza por su hermano Moussa y dos terroristas más, Mohamed Hichamy y Younes Abouyaaqoub, el conductor de la Rambla y abatido a Subairados (Alt Penedès) días después. Se desvinculó de los atentados, pero apuntó al imán de Ripoll como el autor intelectual de los hechos, e ingresó en la prisión. Mohamed Aalla, propietario del Audi A3 negro utilizado en el atentado en Cambrils, y Salh El Karib, dueño del locutorio de Ripoll donde los sospechosos compraron billetes de avión a nombre de Driss para ir a Marruecos, también fueron arrestados, pero quedaron en libertad provisional. El Karib explicó que la única relación que tenía con los terroristas era comercial y condenó los atentados, pero al imán sólo lo conocía de vista.

El cuarto detenido fue el joven hospitalizado por la explosión de Alcanar, Mohamed Houli Chemlal, que también ingresó en la prisión después de admitir que preparaban explosivos a la casa de Alcanar.

A finales de septiembre, el magistrado Fernando Andreu también envió a la prisión Said Ben Iazza, detenido en Vinaròs (Bajo Maestrat) por colaboración con la banda|lado terrorista, ya que mantenía una relación con dos de los principales miembros de la célula: Younes Abouyaaqoub, conductor de la Rambla, y Mohamed Hichamy, abatido en Cambrils e implicado en el alquiler de una de las furgonetas que pretendían utilizar. Este detenido también habría ayudado en la compra del material utilizado para fabricar el explosivo que preparaban en Alcanar, denominado 'la madre de Satanás', con su documentación. La primera de las compras, de 100 litros de peróxido de hidrógeno, se realizó el 12 de julio en un establecimiento de Tortosa (Baix Ebre). Según la investigación, el 27 de julio Youseff AAlla y Mohamed Hichamy adquirieron 240 litros más con la documentación del detenido, trasladándoles en el vehículo propiedad de Said Ben Iazza.

El rastreo de la actividad telefónica y el posicionamiento han permitido concluir que el detenido se encontraba en Alcanar (Montsià) los días 23 de abril, 1 y 13 de agosto, fechas en las cuales la confección del material explosivo fue concluida.

Por otra parte, la policía de Marruecos investiga si uno de los dos detenidos en este país después de los atentados, concretamente Hicham Ennadih, un butaner que residió en Ripoll, fue quien suministró a la célula las bombonas que almacenaba en el chalet de Alcanar. Ennadih fue butaner y residió en el domicilio de Ripoll donde podría haber vivido o al menos tenido estancia temporal Youness Abouyaaqoub, abatido por los Mossos y autor del atentado de Barcelona.

La investigación de Fernando Andreu sigue bajo secreto de sumario y no se sabe casi nada desde septiembre. Ni tan sólo las acusaciones particulares de las víctimas y sus familiares ni la acusación popular, dirigida y coordinada por la Asociación 11-M de Afectados por el Terrorismo, han tenido acceso a la causa, y los afectados no han sido citados a declarar por el juez, aparte de lo que declararon en numerosas ocasiones ante|delante de los Mossos de Esquadra.

En diciembre se supo que los Mossos de Esquadra habían localizado entre los restos de la casa de Alcanar un vídeo en que aparecen cuatro de los autores de los atentados, y uno de ellos, Mohamed Hychami, -de 24 años, nacido en Marruecos y criado en Ripoll- amenaza los ciudadanos del estado mirando en cámara con el mensaje en árabe «Espanyols, sufriréis». Las imágenes están grabadas en el interior de la casa de Alcanar pero también salen de la Torre Eiffel el 11 y 12 de agosto, pocos días antes de los ataques. Este hecho se comunicó enseguida a las autoridades francesas, que ya han reaccionado con la instalación de un muro de cristal y metacrilato en torno al monumento a prueba de balas y resistente a las embestidas de camiones y furgonetas.

El juez Andreu mantiene la investigación abierta en una pieza separada de los atentados en relación en el vídeo, de unos 60 minutos de duración. En las imágenes grabadas en Alcanar, se ve como las cuatro personas tienen en las manos el peróxido de acetona a punto, el explosivo que fabricaron de forma casera. El vídeo es un 'making of' de la preparación de los explosivos y un retrato de los últimos días de los miembros de la célula.

En la grabación, sin embargo, no se habla de objetivos concretos, como la Sagrada Familia, aunque sí aparece la Torre Eiffel. Los investigadores trabajan con la hipótesis que se trasladaran a Francia días antes de los atentados para recibir instrucciones o una bendición religiosa o que visitaran otra célula dispuesta a atentar o ellos mismos pensaran atacar en los dos países. El imán no sale parlante a cámara en ningún momento y eso podría hacer pensar que Abdelbaki Es Satty pensara con nuevos ataques y los coordinara.

Según los investigadores, los atacantes pensaban al llevar a cabo atentados en varios escenarios buscando grandes concentraciones de gente el sábado 19 o el domingo 20 de agosto, como el Portal del Ángel o el Camp Nou, donde el Barça jugaba contra el Betis, pero la explosión de Alcanar hizo cambiar los planes.

Los expertos en yihadismo Fernando Reinares y Carola García-Calvo aseguraron hace pocas semanas en una publicación del ejército norteamericano especializada en terrorismo que, si bien Estado Islámico afirmó que los atacantes «eran soldados del califato, todavía no está claro si el grupo tuvo un rol directo en los atentados». La relación entre la célula de Ripoll y Estado Islámico continúa «confusa», sostienen a estos dos expertos.