Miembros del mundo jurídico plantan al presidente del Parlament por su denuncia de «presos políticos»

Diversos e importantes miembros del mundo jurídico catalán han plantado este viernes por la tarde al presidente del Parlament, Roger Torrent, después de que este denunciara la existencia de «presos políticos» en el Estado durante su discurso en la sesión solemne de la festividad de Sant Raimon de Penyafort en el Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB). Entre las personas que se han marchado cuando Torrent hablaba y posteriormente han vuelto a entrar para seguir la sesión había el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús Maria Barrientos; el fiscal superior de Cataluña, Francisco Bañeres; el presidente de la Audiencia de Barcelona, Antonio Recio, el exdecano del ICAB y exvicepresidente del TC Eugeni Gay, padre de la decana, y el abogado José María Fuster-Fabra, reconocido unionista. Además, la fiscal jefe de Barcelona, Concepción Talón, se ha marchado y ha salido del edificio. Este episodio se ha producido después de que Torrent hubiera denunciado en su discurso la «crisis» del estado de derecho, que la separación de poderes se «tambalea» y que la «regresión» en derechos y libertades se ha observado con más «intensidad» en Catalunya. En el acto también ha participado el ministro de Justicia, Rafael Catalá.

Torrent ha pronunciado un discurso muy crítico con la situación de la justicia en el Estado español. Ha iniciado sus palabras asegurando que la sesión de este viernes se producía en un «contexto anómalo», no sólo por la situación política en Cataluña sino también porque el mundo jurídico está en el centro de la atención pública.

El presidente de la cámara ha aprovechado para denunciar que hay ministros que han «anticipado» a los medios de comunicación decisiones judiciales antes de haber sentencia, que se ha fundamentado decisiones judiciales en «criterios políticos» y que la «regresión» de derechos y libertades fundamentales que vive el Estado se ha observado «con especial intensidad» en Catalunya, donde ha denunciado «vulneraciones graves» de libertad de expresión, manifestación, reunión, secreto de comunicaciones, derecho a la intimidad y derecho de defensa.

Ha apuntado también las «lesiones graves» de derecho político fundamental, situando como ejemplo que la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas «no se puede materializar porque los tribunales, a instancias del poder ejecutivo, lo impiden». Y ha denunciado «la existencia de presos políticos acusados de rebelión y sedición por delitos inexistentes».

Ha sido justo en este momento cuando se ha producido el episodio de tensión en que diversas de las personas que había en la sala se han levantado y se han marchado. A raíz de eso, la decana del ICAB, Maria Eugència Gay, le ha dicho en Torrent fuera de micrófono «por favor presidente no era la idea, la ha hecho buena, muchas gracias» y, en el micrófono, ha pedido que dejaran al presidente finalizar su discurso.

Una vez ha continuado el discurso, Torrent se ha mostrado «convencido de que hay grandes profesionales que creen en la democracia, la justicia y el estado de derecho» y por eso ha dicho que hace falta que los profesionales del mundo jurídico «asuman la gravedad del momento que se vive» y los ha animado a defender «con determinación y vigor» los derechos y libertades.

Antes de que eso pasara, Torrent había constatado que la ciudadanía y las instituciones observan con preocupación «la crisis que está sufriendo en los últimos años el estado de derecho» y que se evidencia en la separación de poderes y la garantía material efectiva de los derechos y las libertades fundamentales. En este sentido, ha recordado el informe de Amnistía Internacional que apuntaba la alarmante retahíla de vulneraciones de derechos fundamentales al Estado español» y que hacía alusión a las cargas policiales del 1-O.

Torrent ha recordado también las conversaciones entre el exiministro de Justicia Jorge Fernández Díaz y el exdirector de la Oficina Antifraude Daniel De Alfonso sobre «como se ponían y se sacaban fiscales y jueces según su interés particular», la anticipación de decisiones judiciales por parte de ministros y decisiones judiciales «fundamentadas en criterios políticos». «El pilar de la separación de poderes se tambalea, y con la misma preocupación tenemos que observar el de los derechos y las libertades fundamentales», ha declarado.

En este último ámbito, ha apuntado el «problema» en los fundamentos| de la conocida como ley mordaza porque es la que «ha sostenido algunos casos alarmantes en materias de derechos y libertades civiles». Torrent ha puesto como ejemplos los cinco días de prisión para unos titiriteros o la reciente condena contra el rapero Valtonyc.

Catalá defiende la Constitución

En su discurso, Catalá ha reivindicado el valor de la Constitución española, «norma suprema» del estado y que incluye los «valores superiores que inspiran el resto del ordenamiento jurídico», como la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político. Estos valores, ha dicho, «implican a todo el mundo, particularmente a los profesionales del derecho y más todavía, de forma ejemplar, los representantes de las instituciones». También ha dicho que el Estatut de Cataluña y sus instituciones emanan de la Constitución.

El ministro también ha dicho que «ni los momentos más tensos se tienen que romper los puentes de diálogo» y cree que se puede mirar hacia direcciones opuestas pero sin separarse.

Los dos discursos se han realizado en un acto, inaugurado por Gay, quien ha destacado algunos de los retos que tiene que encarar la abogacía: la necesidad de hacer oír la vez en el proceso de formulación de leyes o el reconocimiento a la tarea de los abogados del turno de oficio. La decana ha pedido «diálogo, conciliación y entendida para adoptar acuerdos estables en el tiempo que sean respetados en el presente y el futuro, que serán la base de la paz y la concordia». Así, considera «imprescindible» la «lealtad a las instituciones». Sin embargo, cree que «la justicia no puede sustituir nunca la acción política», porque «la política está supeditada a los votos, la justicia sólo a la ley.» De hecho, considera que «es el espíritu y no la forma de la ley lo que mantiene viva la justicia», y que la ley se tiene que interpretar según los valores de cada momento.

En su discurso, Gay ha hecho referencia a los valores del Renacimiento y la Ilustración europeas, así como a la construcción de la Unión Europea, y por eso ha reclamado un mejor trato a los refugiados. También ha reiterado viejas reivindicaciones de la abogacía catalana, como la modernización de la justicia, la digitalización, el respeto a la colegiación obligatoria de algunas profesiones, como la de abogado, o la mejora de la legislación de protección en la vivienda. También ha reclamado más firmeza en la lucha contra la violencia de género, la corrupción política.

Asimismo, ha reiterado el compromiso del ICAB por el derecho de defensa: «Los profesionales de la abogacía somos garantes de la defensa de los valores, la convivencia y el respeto». Y ha hecho patente la necesidad de encontrar las fórmulas para fortalecer la administración de justicia. «Sólo colaborando estrechamente conseguir agilizar una justicia en ocasiones lenta, desorganizada, falta de instalaciones, desatendida y difícilmente eficaz,» ha dicho.