El Parlament celebrará el primer pleno de la legislatura con la propuesta de JxCat para reconocer Puigdemont a debate
La CUP presenta enmiendas al texto al considerarla «autonomista» y PSC-Units y Cs piden reconsiderar su tramitación
El Parlament celebra este jueves el primer pleno de la legislatura y lo hace sin haber resuelto todavía la investidura. Así, el primer plenario servirá para debatir las propuestas de resolución presentadas por Cs, JxCAT, PSC, CatECP y PPC, en un plenario iniciativa inicialmente de Cs y CatECP. La propuesta de JxCAT es la que ha generado más debate ya que pone sobre la mesa el reconocimiento del presidente cesado por el gobierno español Carles Puigdemont y en la que la CUP ha presentado enmiendas al considerarla demasiado blanda y «autonomista». La Mesa ha admitido a trámite este miércoles las enmiendas de los cupaires con los votos en contra de Cs y PSC, que piden reconsiderado esta tramitación. Aparte de la propuesta de JxCAT, la de Cs denuncia el «bloqueo y la parálisis» de las instituciones y pide poner fin con la investidura «inmediata» de un presidente siguiendo lo que marca el reglamento, el Estatuto y la Constitución, la del PSC-Units reclama que se dé por iniciado la cuenta atrás de dos meses para negociar la investidura de un presidente, la del PPC quiere que se fuerce la puesta en marcha de esta cuenta atrás y la de CatECP pide que se ponga en marcha todas las iniciativas para alcanzar un gobierno «efectivo».
JxCAT registró en solitario su propuesta, al margen de ERC a pesar de mantener las negociaciones para la investidura. Con el texto, Junts per Catalunya quiere que el Parlament «ratifique la confianza a Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, y exige que cesen las injerencias del gobierno del Estado delante las instancias jurisdiccionales y el Tribunal Constitucional que pretenden impedir la materialización de esta voluntad democrática de los representantes del pueblo de Cataluña».
La CUP pero ha presentado enmiendas a este texto al considerarlo «autonomista». En su propuesta, reconocen la proclamación de la independencia y reivindican la «República catalana», dejando de hablar de «autogobierno» como|cómo hace la propuesta de JxCAT. En la más arriesgada de las enmiendas, la CUP propone que se vote que el bloqueo de la política catalana actual está «motivado por el golpe de estado del 27 de octubre del 2017, la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la represión sobre el movimiento republicano y democrático». Además, también se pide poner en marcha un debate sobre el futuro de al situación «respetando y aplicando el mandato democrático del Referéndum del 1 de octubre del 2017, las reivindicaciones sociales expresadas masivamente a las huelgas generales de los días 3 de octubre y 8 de noviembre y la posterior proclamación de la República el día 27 de octubre del 2017 por parte del Parlament».
La formación cupaire también plantea en uno otra enmienda que se cambie la reflexión sobre la necesidad de recuperar el «autogobierno» de Cataluña que hace JxCAT a su proposición, por un texto que dice que el «autodeterminación de Cataluña es la encarnación de una larga aspiración y al mismo tiempo una herramienta de la que nos dotamos los catalanes para la construcción de una sociedad más justa, más libre y más democrática». En otra plantean la «urgencia de establecer un gobierno efectivo a partir de una presidencia elegida soberanamente por el Parlament para encarar el restablecimiento de la República de Cataluña actualmente intervenida».
En la reunión de la Mesa que este miércoles ha aceptado a trámite estas enmiendas, los representantes de Cs y PSC han expresado su total desacuerdo con la tramitación al considerar que pueden ser contrarias a la carta magna y su aceptación podría entrar en conflicto con las indicaciones del Tribunal Constitucional (TC).
Contra el «bloqueo» y para iniciar la cuenta atrás de la investidura
Aparte de esta propuesta y las posteriores enmiendas, Cs ha registrar la suya que denuncia el intento de «patrimonialización» de las instituciones en general y del Parlament en particular, y del «bloqueo y parálisis» de las instituciones por parte de los partidos independentistas. Pide proclamar que el deber último de la presidencia del Parlamento es «el cumplimiento del ordenamiento jurídico, el buen funcionamiento democrático de la institución y el respeto de los derechos de todos los diputados y grupos parlamentarios». Por último, constata que «tiene que terminar la situación de bloqueo de la investidura» e insta el presidente de la cámara a arbitrar los mecanismos necesarios para que esta se haga «de manera inmediata» según consta en el reglamento, el Estatuto y la Constitución.
En el caso del PSC, el texto clama que el Parlament dé por iniciado el plazo de dos meses establecido por la ley de Presidencia de la Generalitat, que determina que una vez agotados, y si no se ha investido un presidente, se tendrán que convocar elecciones. La propuesta reclama también que la cámara catalana manifieste la necesidad de que el Parlament «invista el más bien posible un presidente o presidenta que pueda ejercer legalmente y plenamente sus funciones y sea capaz de formar un gobierno estable» con «con respecto al marco constitucional». Los socialistas defienden que la aprobación de esta propuesta sería equivalente al acto de iniciativa de los grupos que los letrados de la cámara hacían constar en su informe para poner en marcha el reloj de la investidura.
Con respecto a los comunes, instan al presidente del Parlamento «a emprender todas aquellas iniciativas que permitan un desbloqueo efectivo de la situación actual del autogobierno de Cataluña», declara la «urgencia» del establecimiento de un gobierno «efectivo» a partir de una presidencia «elegida por el Parlament para todavía el restablecimiento del autogobierno de Cataluña actualmente intervenido». Además, propone que se empiece un debate público para evaluar los diferentes escenarios para salir de esta situación. En otro punto establece que el Parlamento es quien representa la ciudadanía de Cataluña y que esta «no puede ser sustituida por otros organismos», emplazando a la Mesa a «preservar» esta representación y todas las funciones que se derivan. En otro, defiende el modelo de escuela pública catalana y su modelo lingüístico, reiterando también el rechazo a la segregación por sexos.
Por último, el PPC ha registrado una propuesta a través de la cual reclaman explícitamente que el Parlamento posicione sobre el plazo de dos meses para negociar una investidura antes de que se convoquen automáticamente elecciones. La idea es pedir al pleno que corran los plazos para negociar esta investidura.