La CUP ve «carencias importantes» en el acuerdo JxCAT-ERC y no prevé convocar el consejo político este fin de semana
Los cupaires no ven «diferencias de fondo» con la propuesta que rechazaron el 3 de marzo
La CUP se ha pronunciado sobre el último documento que les hicieron llegar JxCAT y ERC sobre su acuerdo de gobierno y lo ha hecho asegurando que este tiene «carencias importantes y decisivas». Además, los cupaires han descartado convocar el consejo político este fin de semana para que su militancia se pronuncie sobre el nuevo documento antes del pleno de investidura que se mantiene convocada para el lunes. En un comunicado, la CUP ha explicado que después de analizar la propuesta no extraen «diferencias de fondo» con respecto a la propuesta que su Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria ya rechazó el pasado 3 de marzo. Los cupaires apuntan que las carencias se mantienen en ámbitos como la construcción y materialización republicana, la concreción de un proceso constituyente y la articulación de políticas sociales y económicas orientadas a sacar privilegios a los sectores sociales que todavía se mantienen. Añaden que tanto el Secretariado Nacional como el Grupo Parlamentario consideran que su militancia «tiene que tener los espacios correspondientes para valorar la propuesta recibida y que estos se convocarán respetando los tempos internos de la organización».
En primer lugar, la formación ha constado que recibió el documento a las 23.56 horas del pasado miércoles, «cuatro minutos antes del inicio de la Huelga General Feminista» en la que daban apoyo. Ha explicado que dadas estas circunstancias, y como con respecto a la movilización, «no ha sido hasta hoy» que el grupo parlamentario y el Secretariado Nacional «no han querido ni podido analizar el documento enviado por JxCAT y ERC». Una vez analizado, la CUP ha constado que este no recoge diferencias de fondo con respecto al anterior.
Por otra parte, la formación ha denunciado que no tiene «ningún tipo de justificación» que el Estado quiera «intervenir de nuevo» en el debate de investidura «vulnerando su propia legalidad y sus propias normativas». Con la decisión del Tribunal Supremo de denegar al candidato a la investidura, Jordi Sànchez, la liberación y el permiso para asistir al pleno, ha asegurado que el Estado interviene «indebidamente» sobre los tempos, debates y soberanía del Parlament, «cuando no tiene legitimidad ni autoridad para vetar candidatos a la presidencia de la Generalitat que han sido escogidos por el pueblo».
Los cupaires han afirma también que los tempos, debates y soberanía del Parlament «no pueden estar impuestos ni condicionados por el gobierno del Estado español ni por el Tribunal Constitucional, ni por ningún otro órgano político o judicial a que están dispuestos a pisar su propia legalidad para impedir la materialización de la voluntad del pueblo de Cataluña». Por eso, han emplazado las fuerzas «democráticas y republicanas» a respetar los mandatos populares «y salir adelante con los procesos políticos independientemente de los chantajes y condicionantes de las instituciones políticas y judiciales».
El pasado 3 de marzo, la CUP rechazó la propuesta de acuerdo de JxCAT y ERC y decidió abstenerse ante el pleno de investidura del lunes. Durante la semana, los cupaires han concretado que no se trata de vetar Jordi Sànchez sino que se abstendrán ante de cualquier candidato que resulte de un acuerdo que consideran «autonomista».