El gobierno español cree que el reloj de la investidura todavía no corre
Fuentes del ejecutivo comparten el criterio del informe de los letrados el Parlament y apuntan que el plazo no empieza hasta que se produce una votación
ERC propone que Roger Torrent sea el presidente del Parlamento
El reloj para una investidura o una posible convocatoria de elecciones todavía no corre. Es el criterio del gobierno español, que da por bueno el informe que los letrados del Parlament presentaron el 9 de febrero en esta dirección y que considera que para que se activen los plazos hace falta que primero se produzca una votación en el Parlament. Fuentes del ejecutivo español aseguran que el hecho de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, aplazara el debate de investidura de Carles Puigdemont –que tenía que tener lugar el 30 de enero- y el de Sánchez –el 9 de marzo- ha impedido que empiece a rodar el calendario. La convocatoria de elecciones en Cataluña, sostienen estas fuentes, está ahora en manos del presidente del Parlament, que es quien puede convocar formalmente otra votación.
El ejecutivo español hace suyos los criterios de los letrados, que apuntaron que los plazos no habían empezado a correr y que dejaba en manos de Torrent y los grupos establecer cuando empieza a correr de nuevo. Aquel documento consideraba que en la medida en que la suspensión del pleno por parte de Torrent no era fruto «de una voluntad deliberada, sino de la decisión de un órgano externo en el Parlament», en relación en las medidas cautelares adoptadas por el Tribunal Constitucional, no se podía considerar activado el mecanismo para la investidura o la convocatoria automática de comicios.
Aunque el ejecutivo español lo sitúa en el ámbito de decisión de Torrent, el Tribunal Constitucional podría tomar cartas también en el asunto. Tiene sobre la mesa el recurso que el PSC presentó el pasado 12 de marzo contra la suspensión del pleno de investidura de Sànchez. Los socialistas catalanes pidieron a los magistrados que adopten medidas cautelares que hagan correr el reloj y que fijen un plazo para la celebración del pleno de investidura.
Mientras tanto, el ejecutivo español se vanagloria del retorno a la «normalidad» social a Cataluña, donde|dónde –a pesar de las concentraciones de este jueves por|para la detención de Antoni Molons y el registro en el Palau de la Generalitat- «cada vez hay menos movilizaciones». La de este viernes, aseguran estas fuentes, ha sido la segunda rueda de prensa consecutiva posterior al Consejo de Ministros donde no se ha hablado de Cataluña, un síntoma –sostienen- del la «tranquilidad» fruto de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.