El Supremo niega que haya presos políticos sino «políticos encarcelados por delitos gravísimos de rebelión y sedición»
Los magistrados dicen que la defensa de Forn no ha «documentado» la enfermedad que sufre y cargan contra la Fiscalía
La resolución de la sala de apelaciones del Supremo que mantiene en la prisión a Jordi Sànchez y Joaquim Forn niega la existencia de presos políticos en la causa. En palabras de los magistrados, hay que hablar de «políticos presos por haber cometido indiciariamente delitos gravísimos de rebelión y sedición». Una afirmación también hizo al ministro de Justicia, Rafael Catalá, justo al día siguiente del encarcelamiento de Sànchez y Cuixart. En la resolución, además, apuntan que tanto Forn como Sànchez son «iconos» y «referentes» del independentismo y que, si salen en libertad, pueden volver a reiterar. De Forn, aseguran que no ha abandonado «definitivamente» la voluntad «de enfrentamiento directo con el Estado». Además, cargan contra la Fiscalía para cambiar de criterio y defender que no existía riesgo de reiteración «no acompañarlo de ningún argumento». Alegan también que la defensa no «ha acreditado» la enfermedad que sufre (ha dado positivo en el test de la tuberculina).
La sala tenía sobre la mesa dos recursos de las defensas de Sànchez y Forn para revisar decisiones que el juez Llarena había tomado en febrero, cuando los mantuvo en la prisión. Ahora, la sala de apelaciones ha avalado la decisión de Llarena y concluye que los dos tienen que continuar entre rejas. En el caso de Forn, lo hace escuchando el criterio de VOX. Con respecto a Sànchez, tanto acusación popular como Fiscalía habían pedido que se mantuviera la medida cautelar de prisión preventiva.
Nuevamente, el criterio es el de riesgo de reiteración delictiva, aunque Forn haya abandonado la política y Sànchez anunciara el martes que tiene la intención de hacerlo (ya ha renunciado a ser candidato a la presidencia).
En los autos, además, los tres magistrados niegan que haya presos políticos a la causa abierta por rebelión y argumentan que son «políticos encarcelados por cometer indiciariamente delitos gravísimos». Además, insisten en que los hechos se produjeron con violencia y reconocen que es un elemento «absolutamente imprescindible para consumar sus propósitos».