La CUP da por finalizadas «las alianzas»: «Nosotros pasamos a la oposición»
Riera insta a permitir el voto en Comín y Puigdemont para hacer «viable» la investidura de Turull en segunda vuelta
El diputado de la CUP Carles Riera ha asegurado que los cupaires dan por acabado el «ciclo del proceso y las alianzas que se han dado y las que hemos construido a lo largo del proceso». «Nosotros pasamos a la oposición», ha remachado Riera durante su intervención al debate de investidura de este jueves en el Parlament. La izquierda anticapitalista defiende abrir un «ciclo de la república real» porque no quieren asumir como proyecto que «haciendo autonomía alguna día» se podrá volver a la república». Por eso los cupaires han pedido poner fin a la «demora, el cálculo y la indecisión» al ritmo del «pequeño Bonaparte del Suprem». Riera, que ha pedido no apelar a la unidad «en abstracto», ha asegurado también que sus cuatro abstenciones no son un «obstáculo definitivo» a la investidura de Turull. De hecho, ha reivindicado que se permita el voto a los diputados Carles Puigdemont y Toni Comín de manera que sea «viable» en segunda vuelta la investidura.
Riera ha defendido que ahora trabajarán desde la calle y también desde las instituciones para «combatir» la posición del Estado y las políticas de autonomía. Quieren abrir un camino «verdaderamente republicano» porque consideran que es la única manera de ampliar la base hacia la izquierda.
«Si nos piden que seamos cómplices de la política autonómica, autonomista, que haciendo autonomía algún día llegaremos a la república... no se lo podemos comprar porque no la compartimos; es una táctica muy equivocada», ha insistido Riera durante su discurso poco después de que sus bases hayan reclamado a los cuatro diputados mantener la abstención.
Está en este contexto que el jefe de filas de los cupaires ha advertido en ERC y JxCat que «la república sólo es posible fuera del estado español» y ha instado a hacer efectivo los clamores del 1-O, del 3-O y del 21-D.
Después de negaciones y reuniones, el jefe de filas de los cupaires ha advertido también a los grupos mayoritarios que «una investidura no hace una legislatura»: Que si se trata de investir a Turull como medida «anti-represiva» que se ponga «toda la carne en la parrilla». «Definitivamente, que el Estado se tenga que quitar la careta; [...] no acatamos el Estado; nosotros decimos al principio que la investidura y la legislatura tienen que ir juntos con programa republicano», también con un proceso constituyente «desde abajo y con apoyo e institucional contra viento y marea». «La gente del 1-O, el 3-O, el 10-O y el 8-N no se merecen más retrocesos, ni una más», ha remachado Riera.
De hecho, Riera ha lamentado que el independentismo parlamentario acumule «tres meses de vacilaciones, idas y venidas, al ritmo del pequeño Bonaparte del Suprem». Y ha defendido que es hora de decir 'no' a la «demora, la dilación». «No pidan unidad por unidad en abstracto, dentro del recinto parlamentario y sobre papel; ya es suficiente de hojas de ruta en papel», ha sentenciado contundente Riera al definir los votos de los independentistas como «piedras en el estómago del Estado, que no se puede tragar».