Llarena ordena la detención en el extranjero de Puigdemont, Rovira, Serret, Comín, Puig y Ponsatí
El juez no carrera la orden contra Anna Gabriel porque sólo ha sido procesada por desobediencia
El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha dictado órdenes de detención europea e internacional contra Carles Puigdemont y los consellers destituidos en el extranjero: Meritxell Serret, Antoni Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí. Asimismo, ordena a la policía que detenga a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que este viernes no ha comparecido ante el juez. Todos ellos están procesados por rebelión. En cambio, el magistrado deja fuera de esta petición a la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel (que está en Suiza) porque sólo está procesada por desobediencia. En este caso, sin embargo, continúa vigente la orden de detención a nivel estatal. El juez del Supremo da el paso después de que la Fiscalía le haya solicitado una vez ha dictado el auto de procesamiento. Es decir, ha anunciado que enviará a juicio 25 de los 28 investigados, 13 de ellos por rebelión.
Las órdenes –que son de alcance internacional y europeo- se han tramitado vía Interpol y Sirene. Será este órgano administrativo el que las cursará en todos los países. Aparte de estas peticiones, Llarena recuerda que continúan vigentes las órdenes a nivel estatal.
En cambio, el juez no carrera ninguna petición para la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, porque sólo está procesada por desobediencia a diferencia del resto que lo están por rebelión y/o malversación. En este caso, sin embargo, sigue pesando sobre ella la orden a nivel estado por no haber comparecido ante el juez.
Actualmente, los procesados viven en Bélgica, Suiza y Reino Unido. Este viernes, sin embargo, Puigdemont se encuentra haciendo diferentes actos en Finlandia.
Actuación a instancias de la Fiscalía
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha pedido este viernes al juez Llarena que vuelva a solicitar la detención y entrega de los procesados que están fuera del Estado. La primera al cursar estas peticiones fue la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, cuando Puigdemont y el resto de consellers no aparecieron (2 de noviembre).
El 5 de diciembre, y una vez la causa ya había pasado a manos del Supremo, Pablo Llarena desactivó las órdenes europeas dictadas por la Audiencia Nacional. Lo hizo ante el riesgo de que la justicia belga entregara los investigados por delitos menores que afrontan los que no se han marchado y están compareciendo en el Supremo. En aquel momento, dejó vigente sólo una orden a nivel español contra todos ellos.
La Fiscalía, sin embargo, avisó hace pocas semanas de que pediría al juez reactivar las órdenes de detención en el momento que se dictara el auto de procesamiento (que indica por qué delitos van a juicio).
Tanto la Fiscalía como el juez del Supremo no han dejado pasar ni un día y Llarena ya ha tramitado estas órdenes. El objetivo es que se les detenga y se les entregue a las autoridades españolas para hacerles comparecer ante el juez.